Altán Redes, firma encargada del proyecto de conectividad Red Compartida, modificó su diseño de cobertura social en 2018 y 2019, dejando fuera a sitios remotos en donde aún no hay ninguna oferta de servicios de telecomunicaciones, lo cual ya generó rezagos en el cierre de la llamada brecha digital en el país, reveló el tercer informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La ASF señala que el Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel), ente encargado de vigilar el despliegue de Altán, ha tenido “una carente supervisión en la verificación y control” de las modificaciones del diseño y despliegue de infraestructura de la Red Compartida. En 2018 y 2019, el organismo certificó la cobertura que reportó Altán a pesar del cambio de ruta y sin ejecutar acciones de seguimiento y control que garantizaran posibles afectaciones en la operación del proyecto y en la certificación de la cobertura.