En 2018 –cuando comenzó la declinación de producción de este crudo– Pemex reportó una producción de 1.072 millones de barriles diarios. El año pasado ésta promedió en casi 934,000 barriles.
Los analistas apuntan a una baja importante en el petróleo extraído de los grandes yacimientos de la estatal, ya considerados como campos maduros, como se les denomina a los activos en los que se ha alcanzado el punto máximo de producción y ha comenzado ya el proceso de declinación natural. Entre el listado de estos campos se encuentran grandes activos como Akal, Ku y Zaap, todos productores de crudo Maya.
“Mucho del crecimiento en la producción de Pemex viene de condensados y mucha de la producción histórica, que generalmente era de crudo Maya, ya está en declinación. Y también la producción de crudo de los privados es crudo más liviano, entonces éste sí es un cambio en la producción histórica de Pemex”, dice Andrés Armijos, analista de la consultora Welligence.
La baja en la producción de los campos maduros también es considerada por los analistas como una de las razones por las cuales la producción de la estatal no ha logrado despegar. “La producción anual en los nuevos campos se incrementó en alrededor de 168,000 barriles diarios de petróleo con respecto a 2021 y representa el mayor aumento anual en la corta historia de estos campos. No obstante, la producción petrolera total solamente aumentó en 28,000 barriles diarios debido al declive en la producción anual de los campos maduros”, dice un análisis hecho por el observatorio económico del banco BBVA.
Zaap podría considerarse como el ejemplo más significativo para explicar la caída debido a su volúmen de producción –es el segundo más importante para Pemex después de Maloob–. El campo, que forma parte del activo Ku-Maloob-Zaap, ha visto una baja en su producción de 9% o de más de 23,000 barriles diarios en solo un año. Ku también ha visto una reducción importante en su producción, de más de 40% también en una comparación anual.
Los analistas no ven un cambio en el corto plazo en la disminución de producción de crudo pesado, toda vez que ninguno de los nuevos activos en los que la compañía ha decidido poner atención son productores de este petróleo. La estatal ha dirigido sus esfuerzos de producción en campos ya descubiertos de manera previa.
A los analistas no les queda claro si la baja en la producción de crudo Maya ha incidido de manera directa o como factor de decisión dentro de un cambio en la dinámica de exportación de petróleo de la compañía, pero en los últimos meses Pemex ha decidido aumentar el envío de petróleo ligero o Istmo –que tiene un mayor precio en el mercado– y reducir las ventas de petróleo Maya, que es en su mayoría demandado por los grandes complejos refinadores del este de Estados Unidos –el mayor comprador de crudo mexicano–.
El petróleo Maya ha perdido terreno en las exportaciones de Pemex. El año pasado 70% de las ventas de Pemex fueron de petróleo pesado, en 2018 éstas representaron 98% de los envíos. Este cambio en la dinámica coincide con una mayor utilización de petróleo pesado en las refinerías de la estatal a raíz de la entrada del actual gobierno y una mayor exportación de combustóleo, un subproducto de la refinación que es demandado por las refinerías estadounidenses.