Jaime Gutiérrez Núñez, presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), detalla que cerca del 60% del agua utilizada por la industria minera proviene de aguas residuales tratadas y recirculadas. Sin embargo, la nueva propuesta contempla una reducción del tiempo de otorgamiento para las concesiones mineras, de 50 a 15 años, con la posibilidad de extenderse otros 15 años más.
En conjunto con las modificaciones para las concesiones de agua, estas medidas podrían reducir hasta un 30% la producción del sector.
La propuesta del Ejecutivo Federal, publicada en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados el pasado 28 de marzo, indica que el 72.7% de las 23,441 concesiones vigentes para la actividad minera se concentran en estados con "fuerte escasez de agua". Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el 76% de los recursos hídricos del país se destinan a actividades agrícolas, el 14% al abastecimiento público, el 5% al sector energético y el 5% restante al sector industrial.
De acuerdo con el último Informe de Sostenibilidad de Camimex, basado en un estudio realizado por Conagua, el sector minero consume aproximadamente el 0.9% de la totalidad del agua utilizada en la industria.
Karen Flores, directora de la Camimex, afirmó en una conferencia de prensa que las empresas afiliadas cuentan con 70 plantas de tratamiento de aguas de servicios. Sin embargo, la prohibición del uso del agua de laboreo, que se encuentra en las minas subterráneas, imposibilitaría las operaciones del sector, según Flores.
"Esta agua se paga, existen derechos por esta agua y a su vez, esta agua se trata", añadió.