Desde hace varios años, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ha identificado varias irregularidades. El pasado 12 de junio la autoridad emitió de manera prelilminar la falta de condiciones de competencia efectiva en el transporte marítimo de pasajeros y de carga rodada en las rutas Pichilingue-Topolobampo y Pichilingue-Mazatlán, entre Baja California Sur y Sinaloa.
En esta región, sólo dos empresas concentran el servicio de transporte marítimo de carga rodada en las rutas que conectan Baja California Sur con Sinaloa: Transportación Marítima de California y Baja Ferries. Además, Baja Ferries es el único que realiza transportación marítima de pasajeros en ellas.
José Manuel Haro Zepeda, titular de la autoridad investigadora de la Cofece, explica que en un mercado competido, esto tiene un efecto adverso para los usuarios, que pueden ser empresas y turistas. En ello, el problema de origen es la falta de condiciones para la entrada de nuevos jugadores.
“Tenemos barreras a la entrada, que básicamente implican que haya altos costos de inversión y periodos de recuperación de estas inversiones a largo plazo. Podrás movilizar carga, pero son inversiones de varios millones de pesos y el plazo para recuperar la inversión es bastante largo”, dice en entrevista.
Los antecedentes
Este problema no es reciente. Desde 2011 la Cofece impuso multas por más de 13 millones de pesos a varios transportistas por coludirse en Baja California Sur por fijación de precios y repartirse el mercado, entre ellas Baja Ferries.
Esta práctica se extiende a Quintana Roo, donde desde 2021 la Cofece investiga el mercado, que en 2022 consideró susceptible de prácticas monopólicas absolutas en el segmento de pasajeros.
Desde 2021, se advirtió de la falta de condiciones de competencia en seis rutas: de Isla Mujeres a Puerto Juárez, Gran Puerto, El Caracol, Playa Tortugas y El Embarcadero; y de Cozumel a Playa del Carmen. La empresa Naviera Magna concentra la mayor parte del mercado, lo cual “le permite fijar tarifas sin que sus competidores puedan contrarrestarlo”, señaló.
En Cozumel –donde el tránsito día a día depende de los transbordadores al ser una isla–, sólo operan Magna y Winjet, donde el primero tiene la capacidad de fijar tarifas puesto que Winjet sigue una estrategia de seguimiento de precios en la que se toma como base la tarifa que Magna anuncia en sus taquillas, pero esto no le ha permitido ganar una participación de mercado, señala la Cofece.
Haro Zepeda considera que, en materia de política pública, podría haber mecanismos para reducir las barreras de entrada para nuevos competidores, pero deben estar establecidos en las normas para ello. “Cuando hay pocos competidores los consumidores usualmente pagan más”, concluye.