La asociación estratégica con la empresa de gorras New Era, que se espera genere ingresos por más de mil millones de pesos en los próximos cinco años, ha permitido que las gorras de béisbol de la liga sean comercializadas tanto a nivel nacional como internacional, a través de tiendas New Era y las propias tiendas de la LMB.
La innovación es un componente fundamental en este modelo de negocio. A diferencia de las camisetas de fútbol, que suelen ser estáticas durante toda la temporada, las gorras de la LMB adoptan un enfoque dinámico. En cada temporada, se lanzan entre seis y doce gorras distintas, cada una de ellas con un diseño único y con precios que varían entre 649 y 999 pesos, según el sitio web de New Era.
Además, los jugadores de los 18 equipos que conforman la liga están obligados contractualmente a usar las gorras durante los partidos, motivando a los aficionados a adquirir las gorras que sus ídolos deportivos llevan puestas.
Los aficionados, que compran entre tres y cuatro gorras a lo largo de la temporada, invierten hasta 4,000 pesos en estos accesorios, el doble de lo que gastarían en una camiseta de un equipo de fútbol.
El éxito de esta estrategia se refleja en las cifras de ventas en constante aumento. De las 55,000 gorras vendidas en 2019, el número se disparó a 230,000 en el año pasado, de acuerdo con los datos proporcionados por de la Vega.
La gorra de béisbol, que alguna vez fue considerada principalmente como una indumentaria deportiva, ha evolucionado para convertirse en un artículo de moda casual. La estrategia de promover su uso de manera casual en la vida diaria ha dado sus frutos, convirtiendo un accesorio deportivo en una prenda de moda versátil que entiquece el armario.
“Las gorras han dejado de ser exclusivas de los días de juego y han encontrado su lugar en el vestuario cotidiano”, comentó de la Vega.