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"Detener la quema de gas no es una prioridad para Pemex en este momento"

Adrián Duhalt, investigador de la Universidad de Columbia, dice que el momento político dejan a este problema lejos de las prioridades de la actual administración.
vie 11 agosto 2023 01:32 PM
Quema de gas de Pemex
Pemex quema grandes cantidades de gas en Tierra Blanca, Veracruz.

Aunque lo quisiera, el momento político y su posición financiera, no dejará que Pemex disminuya la cantidad de gas que quema y que se libera al ambiente como dióxido de carbono y otros gases contaminantes, dice Adrián Duhalt. Para el investigador de la Universidad de Columbia, en Nueva York, terminar con este problema se ha convertido en una tarea prácticamente imposible en la última fase del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, por lo que deberá trasladarse a la siguiente administración presidencial.

Duhalt aborda uno de los mayores problemas que enfrenta la petrolera: el gas que quema en algunos de sus más grandes activos petroleros en lugar de procesarlo, venderlo o utilizarlo por no contar con la infraestructura para procesarlo o porque, quizá, tampoco le resulta atractivo dentro de su estrategia de negocios.

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Históricamente Pemex ha sido un gran actor en la quema de gas, pero su posición ha ganado relevancia a la par que otras grandes petroleras ponen énfasis en reducir esta actividad. El Banco Mundial ha catalogado a México –y a Pemex– como el séptimo país que más quema gas y por lo tanto uno de los grandes contaminantes resultantes de esta actividad. El país avanzó en el ranking durante este sexenio, en 2018 ocupaba el noveno sitio. En el sexenio pasado la estatal quemó el 5.8% de su producción de gas natural y en lo que va de esta administración este porcentaje ha crecido hasta el 12.4, de acuerdo con datos recopilados con Duhalt.

Pemex ya ha reducido la cantidad de gas que quema de manera significativa en 2022, pero el volumen del año pasado continúa siendo más del doble del registrado en 2019. Duhalt no menosprecia estos avances, pero dice que la tarea de disminuir la quema de gas quedará pendiente en esta administración presidencial. “Que Pemex reduzca significativamente la quema de gas en el corto plazo va a ser complejo, primero debido a la gran deuda que tiene y a que debe enfrentar grandes compromisos financieros”, dice en una llamada. "Cuando hablo de un corto plazo me refiero al día en que López Obrador deje la presidencia", añade.

Para Pemex, detener la quema de gas no es ahora una prioridad, al menos no en el corto plazo
Adrián Duhalt, investigador de la Universidad de Columbia
Adrián Duhalt, investigador de la Universidad de Columbia

“Otro factor que hace compleja la reducción de la quema es que precisamente hay que mantener la producción de petróleo porque es una promesa de gobierno y además nos estamos acercando al inicio de las campañas presidenciales, eso aún complica más las cosas porque está discusión también es política. Para Pemex, detener la quema de gas no es ahora una prioridad, al menos no en el corto plazo”, dice el investigador. “Con la estrategia actual de perseguir la producción de crudo, los compromisos de deuda a corto plazo y las próximas elecciones presidenciales, sería sorprendente un cambio dramático para centrarse en reducir la quema”.

Pemex ya ha avanzado en este proceso de reducción, a la par que sus inversores y los mercados han aumentado la presión y entonces la petrolera debe mejorar estos índices para mejorar su posición financiera. La compañía, según su último estado financiero, redujo el 17.6% de sus emisiones de dióxido de carbono equivalente derivado, según explicó, de la implementación de proyectos de infraestructura para aprovechar el gas. Pese a ello, Pemex continúa con una calificación muy baja en los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza). Moody’s y Fitch Ratings, por ejemplo, la tienen catalogada en el nivel 5, el más bajo para esta categoría.

Pero a la par que Pemex parece mejorar en estas cifras, no ha cumplido con otras metas. Octavio Romero Oropeza prometió el año pasado que a enero de este año, la compañía dejaría de quemar gas en el campo Ixachi –uno de los mayores productores de condensados y gas de Pemex–, pero hasta ahora eso no se ha logrado.

Duhalt encuentra una explicación simple para que la reducción de la quema de gas no sea una de las grandes prioridades, más allá de los tres factores que menciona: “Debido a que Pemex está tan endeudado no puede darse el lujo de desarrollar múltiples facetas de negocio a la vez, debido a que está tan entrelazado con el Estado mexicano, sus prioridades sólo reflejan las de la administración presidencial”.

Con las elecciones presidenciales ya acercándose y a poco más de un año de que López Obrador deje Palacio Nacional, es “difícil imaginar” que la administración morenista apoye proyectos que no paguen dividendos financieros o que sean populares para su uso en el discurso político, según defiende el investigador en un artículo publicado por la Universidad de Columbia.

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