“Por su naturaleza México tiene un potencial turístico tremendo (…) Bajar o cambiar las tarifas aeroportuarias, hacer una TUA fluctuante, puede permitir que los mexicanos puedan volar más”, asegura José Ricardo Botelho, director ejecutivo y CEO de ALTA. “Con las asociaciones hermanas, ya mencionamos al gobierno de México y pudimos charlar sobre este tema”.
La TUA en México puede representar hasta 60% del costo de un vuelo y es un cargo que actualmente pagan los pasajeros por el uso de las instalaciones aeroportuarias, como las salas de espera y la seguridad. Aunque este monto es recabado por las aerolíneas, se entrega a los grupos aeroportuarios para que reinviertan los recursos en la conservación y mejora de las terminales.
¿Qué es una TUA dinámica?
La propuesta de una TUA dinámica parte de un modelo conocido como revenue cap, en el que se establece un tope de precio, y puede ir fluctuando de acuerdo con la temporada, de manera similar a como ocurre con las tarifas de los mismos vuelos o de los hoteles. Así, en temporada alta la TUA se puede cobrar en su máximo nivel, pero en temporada baja sería menor.
A cambio, la propuesta pone sobre la mesa que las concesiones de los grupos aeroportuarios –como Asur, OMA o GAP– se extiendan, con la idea de que puedan obtener los recursos para sus planes de desarrollo a través de mayores volúmenes, y no necesariamente mediante mayores tasas aeroportuarias.
La alerta sobre el nivel de tasas se da por aeropuertos como el de Monterrey y el de la Ciudad de México (AICM), que, según un análisis de ALTA y la firma Amadeus, son los dos aeropuertos más caros de Latinoamérica. Con ello, México se posiciona como el cuarto país con las tasas aeroportuarias más costosas sólo por detrás de Argentina, Haití y Curazao.
El aeropuerto de menor costo en la región es Kingston, en Jamaica, que cobra 5 dólares. En otros países como Brasil, el promedio del equivalente a la TUA es de 11.60 dólares, mientras que en Chile es de alrededor de 25 dólares.
La reducción de los costos aeroportuarios suele relacionarse con un incremento en el tráfico de pasajeros. En Cartagena, por ejemplo, se redujo la tasa aeroportuaria de 92 a 38 dólares, lo que derivó en un incremento de 40% en los pasajeros.
La propuesta está en una etapa temprana de plantearse al gobierno, pero de acuerdo con Botelho, fue bien recibida por el gobierno federal. “Hubo charlas cuando estuvimos en México, presentamos la idea y el gobierno estaba completamente abierto para charlar del tema”, concluye.