Las aperturas forman parte de un plan de inversiones que concentrará alrededor de 26,000 millones de dólares hacia 2026 –cuando abrirían ambos complejos– para desarrollar unos 37 hoteles. Al respecto, José Carlos Azcárraga, director general de Grupo Posadas, explica que el crecimiento en este segmento no es un caso aislado, sino una estrategia que será el común denominador en los próximos proyectos.
“El all-inclusive va a ser el modelo futuro de negocios, sin duda, para Posadas y yo creo que para la gran mayoría de la industria”, dice el directivo en entrevista con Expansión. “Hoy por hoy, inclusive aquí en la isla de Cancún, ya quedan muy pocos hoteles que no sean all-inclusive.
Grupo Posadas ha visto en la categoría de resorts una de las más redituables. En el segundo trimestre del año, los hoteles de playa tuvieron una ocupación de 81% (un alza de tres puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2022) y una tarifa de 6,772 pesos.
Este nivel de ocupación derivó en una tarifa efectiva –o ingreso por habitación disponible– de 5,504 pesos, que fue 56% mayor a la de 2019.
De ahí que otras cadenas hoteleras como Marriott y Wyndham han buscado crecer en este segmento mediante la creación de nuevas marcas e incluso a través de adquisiciones, como ocurrió con Hyatt, que compró Apple Leisure Group en 2021, lo que le dio una mayor presencia a través de AMResorts en este segmento.
Para Azcárraga, el sector hotelero está en medio de un ciclo que demanda este tipo de producto, y que podría prevalecer en el largo plazo, no sólo en México, sino también en el Caribe, donde la compañía ha crecido gracias a sus operaciones en República Dominicana, donde también está por anunciarse un nuevo proyecto.
“Ahorita estamos en un ciclo donde a los hoteles de resorts les está yendo extraordinariamente bien, tienen un futuro prometedor”, enfatiza.
Una oportunidad se abre con el nearshoring
Azcárraga refiere que, pese a que un 70% de los hoteles de Posadas son de ciudad, la distribución de ingresos está distribuida equitativamente con el segmento de placer. Por ello, la apuesta para este mercado tiene en la mira a tendencias como el nearshoring.
"Cuando empieza a haber inversiones, particularmente en los lugares donde empieza a haber parte industrial, se genera una necesidad para una oferta hotelera (...) La gente empieza a viajar a los lugares antes de que se produzca la primera pieza [en una planta], empiezan a ir a planear lo que van a estar haciendo, entonces empezamos a ver un interés por hoteles donde está toda la actividad industrial, que normalmente es por la parte del norte", concluye.