Las aerolíneas de carga fueron expulsadas del AICM por decreto presidencial, que exigió su cese de operaciones en febrero de este año. El plazo, inicialmente de 90 días, fue extendido a 108 días y posteriormente a 148 días, por lo cual las empresas tenían hasta el pasado 1 de septiembre para abandonar el Aeropuerto Benito Juárez.
La salida de las cargueras fue solicitada bajo el argumento de reducir la saturación del aeropuerto capitalino, pese a que este segmento únicamente concentró 3.3% de las operaciones del AICM en 2022.
Al inicio, empresas como Estafeta y Air France KLM Martinair Cargo advertían del corto plazo disponible para salir del AICM, además de los costos adicionales que generaría tener nueva infraestructura en otro sitio o, en algunos casos, dividirla, pues en el AICM se seguiría atendiendo la carga transportada en los aviones comerciales.
Tras iniciando el movimiento, algunas empresas advirtieron del retraso y avance tropezado de algunas mercancías, debido a que el AIFA no tenía suficiente personal en aduanas.
La SICT asegura que este problema ya está resuelto, y por parte de las autoridades con procesos de inspección en el AIFA, como ANAM, SENASICA, PROFEPA y COFERPIS, ya se cuenta con espacios habilitados, procesos definidos y el personal necesario para poder realizar las inspecciones correspondientes.