La compañía dijo que continuaría las conversaciones con Unifor, pero el paro se suma al efectuado por parte de la Unión de los Trabajadores del Automóvil (UAW, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, donde ha acumulado millones de dólares en pérdidas por semana, a través del detenimiento de dos plantas.
"La compañía sigue dando corte en nuestras demandas de pensiones, apoyos a los ingresos para los trabajadores jubilados y los pasos significativos para hacer la transición de los trabajadores temporales a trabajos permanentes a tiempo completo", aseveró Lana Payne, presidenta de Unifor National.
De acuerdo con las previsiones del Deutsche Bank, GM ha perdido 34,176 vehículos producidos desde que la huelga de la UAW estalló, añadiendo que, hasta la semana pasada, tenía 442,586 vehículos en stock.
Además de las dos plantas armadoras de la compañía, al cese de actividades se suman 18 centros de distribución de partes, lo que ha llevado al despido de 2,300 empleados, según apunta la agencia Reuters.
En tanto, Unifor dijo que se declararía en huelga en el complejo de asambleas de Oshawa de GM, la planta de tren motriz de Catharines y el centro de distirbució de piezas de Woodstock, sin embargo, los miembros de la planta de ensamblaje de CAMI en Ingersoll, Ontario, trabajarán ya que están cubiertos por un acuerdo separado.
El sindicato canadiense ha utilizado el enfoque de "negociación de patrones" en sus conversaciones, llegando a un acuerdo primero con Ford, esperando que GM y Stellantis coincidan. Por otro lado, la UAW rompió con este enfoque bajo su nuevo liderazgo.
Los sindicatos han recurrido cada vez más a huelgas en todos los sectores, desde aerolíneas hasta fabricantes de automóviles, impulsados por un mercado laboral apretado y una opinión pública positiva en los Estados Unidos, a pesar de que la afiliación sindical ha caído.