La pregunta con la que dio inicio el panel “¡Viva el ESG! La nueva cultura empresarial está en marcha” fue si las compañías están siendo reactivas o proactivas en el establecimiento de una estrategia en temas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG o ESG).
En este sentido, Patricio Caso, vicepresidente de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad de Coca-Cola México, aseguró que el avance de hace 20 años a la fecha es el que marca la diferencia.
Señaló que hoy se siente convencido de que la agenda ESG está presente en el corazón de las organizaciones. Las de alcance global empezaron a hacerse conscientes de que deben tomar la iniciativa y anticiparse ante los riesgos que implica el cambio climático.
Por ejemplo, agregó, el propósito de Coca-Cola evolucionó de “refrescar al mundo” a “refrescar al mundo y hacer la diferencia”, logrando un impacto positivo en las comunidades en las que opera e impulsando el desarrollo de las personas que en ellas habitan.
Además, dijo que hay medidas preventivas y de mitigación para hacer frente a este desafío mundial, en la justa dimensión que puedan hacerlo.
Aunque, indicó que la clave está en el nivel de compromiso que asumen las empresas, llegando a fondo para que sus acciones no se queden en el greenwashing, es decir, que no puedan demostrarse con metas claras, medibles e incorporadas al negocio.
“El principal riesgo es no estar donde el consumidor quiere que estemos y nos pide ser parte de un paradigma sustentable, donde no solo vendemos un producto, sino que también tenemos que ocuparnos de qué pasa con su envase y el desarrollo de cada una de las personas que están detrás de la cadena de valor”, explicó durante su participación en el Expansión Summit 2023: México Fuerte.
Es así que la estrategia de la Industria Mexicana de Coca-Cola está fundamenta en tres pilares:
1. #UnMundoSinResiduos
Patricio Caso puntualizó que la meta que ha establecido la compañía para 2030 es recuperar el equivalente al 100% de los envases que colocan en el mercado, con la finalidad de reciclarlos, a la par de incorporar más de 50% de resina reciclada para la fabricación de nuevos empaques.
De este modo, las inversiones de la Industria Mexicana de Coca-Cola, en términos de reciclabilidad y retornabilidad, van a ritmos superiores a 3,500 millones de pesos por año y donde sus plantas de reciclaje de PET grado alimenticio (IMER y PetStar, la más grande a nivel mundial) desempeñan un papel esencial en México.
“Este objetivo implica compromisos de inversión fuertes, pero estamos convencidos, cada vez más, de que es un mecanismo de sustentabilidad financiera. Los consejos tienen su atención puesta en ello, no nada más porque es una ‘buena idea’ o porque es un tema que está de moda, sino porque garantiza la viabilidad de los negocios a largo plazo”, manifestó el directivo.
2. Agua
De la misma forma, para 2030, el propósito de la Industria Mexicana de Coca-Cola es devolverle a la naturaleza el 100% del agua que utiliza en sus operaciones y dotar de agua limpia a más de un millón de mexicanos.
Se habló de la crisis hídrica en Nuevo León y se enfatizó que toda la industria debe hacer frente a esta problemática, para ser parte de la solución.
Por lo tanto, la Industria Mexicana de Coca-Cola también está colaborando en el mantenimiento de la infraestructura que abastece de agua a los habitantes del estado, una iniciativa que se suma a su estrategia para mejorar la calidad de vida de la comunidad.
Asimismo, el ejecutivo expuso que es importante avanzar en el reabastecimiento de los mantos acuíferos, ya que el agua es el principal insumo del sector de bebidas. Sin embargo, afirmó que no se trata de que haya “un solo héroe en la película”, sino que todas las empresas hagan un esfuerzo en conjunto, mediante alianzas.
3. Empoderamiento económico
Por último, el vicepresidente de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad de Coca-Cola México planteó que su labor está concentrada en la capacitación de quienes trabajan en el canal de venta tradicional, principalmente las emprendedoras.
A la fecha, han capacitado a más de 180,000 mujeres, para ayudar a que sus negocios sean cada vez más sostenibles, cifra que se suma a la meta global de cinco millones de beneficiadas, para los próximos años.
