El ron es uno de los destilados más antiguos en la historia. Dado que es una bebida que se deriva de la caña de azúcar o del jugo obtenido de la misma, encontró en el continente americano el territorio ideal para dar sus mejores notas de color y olor.
A finales del siglo XIX –en 1862– Facundo Bacardí Massó, comerciante español, adquirió una pequeña destilería en Santiago de Cuba. Fue así que descubrió que en esa isla cubierta por cañaverales podía obtenerse un destilado de calidad inigualable, una bebida que hoy está entre las más reconocidas del mundo.