Contrario a algunas especulaciones que sugerían que la próxima generación del Panamera sería totalmente eléctrica, Porsche ha decidido mantener un motor de combustión interna clásico y mejorar las versiones híbridas enchufables. Esta elección refleja la comprensión de Porsche de que, a pesar del crecimiento de la movilidad eléctrica, algunos mercados aún no están completamente preparados para la transición total hacia vehículos eléctricos.
Mientras que en Europa, especialmente en lugares como Noruega, la electrificación tiene un papel crucial, en otros lugares como el mercado estadounidense, Latinoamérica y Oriente Medio, la electrificación pura no tiene la misma relevancia actualmente, aunque se espera que esta dinámica cambie en el futuro.
Esta estrategia de Porsche, de mantener variantes con motores de combustión "hasta que la regulación lo permita" –como dijo Frank Moser, responsable del desarrollo de las dos líneas de modelos deportivos 718 y 911– se distancia de la adoptada por otros fabricantes alemanes de modelos premium, como BMW y Audi, que han optado directamente por la electrificación en muchos de sus modelos.
"Nos encontramos en una fase de transformación hacia la electrificación, y creemos que en esta etapa tiene total sentido contar con diferentes tipos de tren motriz", expresó en una conferencia de prensa Stefan Utsch, director del Diseño Vehículo Completo Panamera, quien ha estado involucrado en el proyecto Panamera desde sus inicios hace 18 años. La primera generación sólo tenía una opción híbrida, y con el lanzamiento del nuevo Panamera de tercera generación, el fabricante alemán ha ampliado su oferta a cuatro variantes híbridas.
Motorización y características
La propulsión de las variantes E-Hybrid se basa en una versión mejorada del motor turbo V8 de cuatro litros, junto con un nuevo motor eléctrico de 190 HP (140 kW). En conjunto, generan una potencia de 680 HP (500 kW) y un torque de 930 Nm. En esta tercera generación, Porsche ha integrado el motor eléctrico en el espacio de la transmisión de doble embrague PDK de ocho velocidades, que también ha sido completamente rediseñada, eliminando la necesidad de un espacio separado para el motor eléctrico y ahorrando cerca de cinco kilogramos.
Datos del fabricante muestran que el Panamera Turbo E-Hybrid puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 315 km/h. Su batería eléctrica le da una autonomía de hasta 91 kilómetros, una mejora de 82% desde los 50 kilómetros de autonomía que ofrecía la generación anterior. Además, tiene un cargador rápido que reduce el tiempo de carga a 2 horas y 39 minutos.
La versión a gasolina, que constituye la variante base del Panamera, incorpora un motor V6 turbo de 2.9 litros mejorado. Ahora, este motor genera 353 HP (260 kW) y 500 Nm de torque, lo que representa un aumento de 23 HP (17 kW) y 50 Nm en comparación con su predecesor. Esto permite que el Panamera alcance una aceleración de 0 a 100 km/h en 5.2 segundos y una velocidad máxima de 272 km/h.