Acapulco se prepara para recibir a los turistas que han elegido el puerto como su destino para las vacaciones de fin de año, una de las temporadas que, junto con Semana Santa, son fundamentales para la industria turística. Mientras algunos hoteles se aseguran de tener al menos 500 habitaciones disponibles para la temporada, los propietarios de restaurantes también están activando sus cocinas para dar la bienvenida a los vacacionistas.
Después del paso del huracán Otis, cerca de 40 restaurantes ya están en funcionamiento en Acapulco, y se espera que para el 15 de diciembre esta cifra pueda aumentar a 90. Sin embargo, este número representa apenas un pequeño porcentaje, considerando que hay alrededor de 5,700 establecimientos en la región, entre restaurantes y cocinas económicas, de los cuales 1,200 tenían la clasificación de 'calidad turística', según datos de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac).
Germán González, presidente de Canirac, señaló que tras la restauración de los servicios básicos, comienza la fase de reconstrucción y reactivación económica, que se presenta como un desafío debido a que solo el 5% de los propietarios de restaurantes contaban con un seguro de daños.
"La mayoría de los restaurantes son negocios familiares o de pequeños empresarios, y son estos los que realmente necesitan apoyo", expresó Gnzález en un encuentro con los medios.