La empresa también tiene planes de incursionar en la producción y comercialización de alimentos cocinados e hidrolizados, una alternativa para los propietarios de perros y gatos que buscan opciones más allá de los convencionales alimentos secos. Esto permitirá aprovechar la cadena de frío existente en la empresa para la distribución de sus proteínas destinadas al consumo humano.
"Las tendencias del consumidor apuntan hacia estos mercados, donde las personas buscan productos más saludables, nutritivos y seguros. Nuestra estrategia es orientarnos hacia una premiumización, y aunque actualmente estamos introduciendo alimentos secos, la intención es desarrollar también productos cocinados", explicó el director durante una entrevista con Expansión.
Aunque Romo no proporcionó detalles específicos sobre las proyecciones de ingresos para este año, percibe una clara oportunidad para expandir la presencia de la empresa en un mercado que se estima generará ingresos por 2.510 millones de dólares en el presente año, con un crecimiento anual compuesto del 3.21%, según datos de Statista.
La producción de alimentos para mascotas también creció y en 2023 se estima que cerrará en 1,327 millones de toneladas producidas, cuando en 2019 la cifra era de 1,140 millones de toneladas, de acuerdo con datos de el Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab)
La diversificación del negocio
El mercado de alimentos para mascotas experimentó un impulso significativo a raíz de la pandemia, cuando las familias adoptaron más animales de compañía, manteniendo desde entonces un crecimiento constante.
Con un aumento en la cantidad de parejas sin hijos que eligen tener mascotas, actualmente más del 50% de los hogares en México cuentan con un compañero animal. Fue en 2020 cuando Proan identificó claramente la oportunidad de ingresar a este mercado en expansión.
En ese momento, la empresa productora de huevo y carne de cerdo estableció una planta dedicada a la fabricación de croquetas, ubicada en un espacio que alberga también un centro de innovación y desarrollo. En este centro, 55 perros se encargan de poner a prueba los productos antes de su lanzamiento al mercado.
Para Luis Ernesto Romo, la producción de alimentos para mascotas representa un segmento de negocio coherente para la compañía, que produce sus propias harinas a partir de proteínas, garantizando así una trazabilidad óptima en el proceso de fabricación.
El director comercial de Maka destaca como ventaja la capacidad de distribución a nivel nacional. Aunque actualmente la distribución se realiza principalmente a través de canales tradicionales, como tiendas minoristas, ventas al por mayor, rutas detalladas y comercio electrónico, el plan para 2024 es asegurar un espacio en los estantes de los autoservicios.
Según Romo, la empresa cuenta con una capacidad logística que le permite realizar entregas en un plazo de 36 horas, lo que él considera como un diferencial frente a otras compañías dedicadas a la fabricación de alimentos para perros y gatos. "La diversificación es saludable, especialmente en un mercado en crecimiento donde poseemos numerosas cualidades que podemos aprovechar para nuestro desarrollo", concluye.