“Hay muchos monólogos a nivel nacional y pocos diálogos, tienes diálogos con la Comisión Reguladora de Energía –el regulador del mercado eléctrico–, demás. Son varios esfuerzos aislados, pero no se ha logrado articular un esfuerzo comunicacional entre todas. Además, hay que estarse comunicando con la Secretaría de Economía, de Transportes, Medio Ambiente”, dice Francisco Cabeza, presidente de la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico.
En el marco de un panel organizado por la ABB, destacó que la tramitología en torno a la instalación de conectores en las carreteras es extensa. “Hay mucho que articular en este diálogo, hay muchos esfuerzos aislados y a nivel federal no se ha logrado articular un diálogo que se tendría que articular, por lo que tenemos que seguir poniendo en la agenda pública ésta conversación”, reiteró.
La industria ha visto un área de oportunidad para los vehículos eléctricos en la industria de transporte de mercancías, principalmente en los enfocados a última milla. Para los que recorren distancias largas, como el transporte pesado, el reto continua en la poca infraestructura que existe para carga.
En medio de la relocalización de empresas, nearshoring, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), espera que el volumen del comercio trasfronterizo aumente hasta un 6% anual en los siguientes años.
Diana Villegas, coordinadora de relaciones públicas para Estafeta, dice que otro reto está en instalar la infraestructura en zonas seguras que no impliquen poner en riesgo la integridad de los conductores.
“Hay una gran oportunidad de negocio que va a estar basada gran parte en la movilidad eléctrica, eso ya se está viendo con los trenes. Creo que la industria lo está haciendo muy bien, pero falta tener ese soporte en cuanto a las unidades de carga, falta tener la infraestructura correcta para que el transporte pesado pueda transitar en carreteras y tengan la carga correcta, principalmente por la seguridad, porque los vehículos eléctricos no podrían detenerse en las carreteras a cargar por el nivel de robos que hay en la actualidad, el nivel de riesgo, porque hay riesgo al capital humano”, concluye.