José Miranda, director de Marketing y Comunicación de BYD Américas, adelanta que uno de los primeros modelos en llegar será el BYD Dolphin Mini, que se lanzará en el primer trimestre del año.
Este se ofrece con una autonomía de 405 kilómetros por carga en China, cuenta con una aceleración de 0 a 50 kilómetros por hora en 4.9 segundos. Miranda no adelantó el precio de éste ni las especificaciones para el mercado mexicano, pero otros colabores de la firma dijeron que en China tiene un costo cercano a los 100,000 yuanes, alrededor 240,000 pesos mexicanos, a los que se sumarían los gastos de logística e importación.
“Nosotros somos de ir contando nuestros lanzamientos a medida que se van desarrollando las cosas. Somos bastante cautos porque vamos siempre a ir midiendo nuestra estrategia en virtud de que también hay una reacción de mercado, además de que también vamos conversando con nuestra red de dealers (distribuidores)”, dice en entrevista con Expansión.
BYD es una marca que no nació con un enfoque en la producción automotriz, al inició se centró en el almacenamiento de energía a través de la fabricación de baterías para celulares.
Pero han pasado más de dos décadas desde ese entonces y hace unas semanas logró uno de sus más grandes hitos en su historia: en el último trimestre de 2023 BYD superó en ventas alrededor del mundo al gigante Tesla. Mientras la estadounidense entregó 484,507 unidades en la recta final del año pasado, la asiática alcanzó una cifra de 525,409 unidades.
Actualmente, la empresa está en proceso de expandir su presencia a otros mercados, lo que forma parte de su estrategia global. A mediados del año pasado anunció que construiría una fábrica de automóviles en Brasil, la primera de la firma fuera de Asia y que suministrará al continente americano.
Además de México, la firma también ha arribado a otros países de la región como Chile, Uruguay, Colombia, Costa Rica, Ecuador.
“Vamos a seguir empujando y tratando de lanzar una gran variedad de modelos este año. Lo que se viene para 2024 es la consolidación de una marca que se está instalando, un posicionamiento que tenemos que hacer permanente”, agrega Miranda, quien destaca que dentro de sus planes está el mantener el liderazgo que obtuvieron en la recta final del año pasado.
Algunos fabricantes de vehículos han dicho que la falta de infraestructura de recarga en México es uno de los factores por los que aún no han incorporado unidades eléctricas dentro de sus portafolios. Pero BYD considera que el migrar hacia una movilidad cero emisiones debería de consolidarse como parte de una política pública y que la transición deberá de hacerse de manera integral, al mismo tiempo que está liderada por las autoridades gubernamentales.
“Es importante sumar muchas compañías, compañías como Enel Green Power que existen en México, que se puedan sumar a esta tendencia y se generen más espacios, justo para que pueda crecer la infraestructura de recarga y el acceso a estas tecnologías (…). Ojalá que México entienda esto no solo como algo que está haciendo una empresa, sino como algo prácticamente de política pública que es fundamental: incentivar, expandir la electromovilidad a los autos de pasajeros”, concluye.
