Según lo informado, el año pasado, la administración del AIFA solicitó a la dependencia la modificación del título de concesión mediante oficios, con la finalidad de que fuera por tiempo indefinido. Esto se solicitó con la comprensión de que los términos y condiciones del título en cuestión se mantendrían vigentes, válidos y exigibles.
No obstante, dos expertos consultados expresan dudas acerca de la efectividad que podría generar dicho cambio en términos de eficiencia operativa y transparencia en relación con el aeropuerto. Esto se debe a que, con el modelo de concesiones, que permite una vigencia de hasta 50 años por título para la operación de un aeropuerto en el país, se busca mantener una evaluación constante y mejorar el funcionamiento del mismo.
Fernando Gómez Suárez, especialista del sector aéreo, considera que con ello se opta por un modelo de privatización, y no será modificable “a menos que el ejército dijera que ya no lo operaría, pero tendría que haber una disposición constitucional para ello”, asevera en entrevista con Expansión.
El AIFA, bajo la administración de la Sedena, ha registrado más de 3.5 millones de pasajeros desde el inicio de sus operaciones en marzo de 2022. Sin embargo, los expertos opinan que la presencia de los colores castrenses en el uniforme y la asociación con la figura militar no propician el escenario más favorable en el ámbito empresarial.
Gerardo Herrera, experto en el sector aéreo y académico de la Universidad Iberoamericana, resalta que dada la forma en que las Fuerzas Armadas han sido históricamente gestionadas en el país, caracterizadas por la falta de transparencia, sería difícil anticipar una mayor participación de la iniciativa privada en la gestión del aeropuerto.
"Podríamos visualizar modelos híbridos entre el gobierno y la iniciativa privada, pero me resulta difícil imaginar modelos híbridos entre el ejército y la iniciativa privada, dada la propia naturaleza del ejército que opera de manera autónoma, carece de transparencia y eso sería motivo de preocupación: con el ejército, todo es opaco", afirma en una entrevista con Expansión.
Desde su punto de vista, al cambiar al modelo de asignación, se dificulta la rendición de cuentas de las operaciones en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que en última instancia se financian a través de fondos públicos.
"Esto no contribuye a la transparencia y plantea dudas sobre los criterios utilizados para estas asignaciones. La asignación destaca la discrecionalidad del Gobierno sin proporcionar explicaciones y sin la necesidad de justificación", concluye.