“Hoy por hoy la inversión, por lo menos en cuanto a proyectos de gran escala, están en pausa en este momento. Está en pausa porque no se han podido hacer. Todas las grandes empresas que conformamos la asociación estamos con las ganas, con los proyectos en desarrollo listos para continuar, se ha perdido tiempo valioso”, ha dicho Gerardo Pérez Guerra, el presidente de la AMDEE, en una reunión con medios.
El gobierno federal, desde la Secretaría de Energía, ha modificado de manera constante las reglas del mercado eléctrico. Los movimientos comenzaron con la cancelación de las subastas eléctricas y el aumento de algunos costos y han seguido con intentos por cambiar la Ley de la Industria Eléctrica que han sido detenidos desde la Corte. El presidente López Obrador incluyó en su paquete de reformas una que tiene como finalidad aumentar las atribuciones de la estatal CFE.
Así, esos cambios se han traducido en incertidumbre regulatoria para las compañías y una ausencia total de nuevos permisos para la instalación de nuevas centrales eólicas. “Necesitamos certeza jurídica y reglas claras. De ahí entonces que las empresas pueden tomar sus decisiones”, dice el representante del gremio.
La organización tiene otras dos formas de medir el impacto de las reglas de este sexenio sobre el sector: hay siete proyectos privados de energía eólica que fueron concluidos desde hace más de un par de años, pero que no han recibido las autorizaciones necesarias para entrar en operación. Tres de éstas podrían iniciar operaciones en los próximos tres meses, pero el resto aún no tiene certeza. La AMDEE no especificó a qué compañías pertenecen estas centrales.
Y estiman que hay 28 proyectos en los portafolios de las empresas eólicas que no han podido ser echados a andar. Todos en distintas etapas de planeación, pero con la posibilidad de ser ejecutados en el corto plazo.
En conjunto, esto representa inversiones paralizadas por 5,800 millones de dólares, según las estimaciones del organismo.
El freno también se ha visto reflejado en la participación que tienen las centrales eólicas en el mix total de generación eléctrica. Los datos de la asociación dicen que en 2021, la energía eólica representó el 6.51%. Ya para el año pasado, este disminuyó a 5.98%. La disminución es marginal, pero toma importancia en el contexto de la transición energética, las metas de descarbonización y las medidas que se habrían tomado para disminuir los porcentajes.
La explicación que se da el organismo al respecto es que el gobierno federal, a través del operador del mercado, ha modificado en la práctica los criterios para elegir qué electricidad se sube al sistema y así priorizar la producida por las centrales de la CFE.