Según el documento de la CRE, con información solicitada a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de 2019 a finales de octubre del año pasado se tenía un acumulado de 1,566 solicitudes atendidas de servicios de suministro eléctrico dedicadas a la carga de vehículos eléctricos e híbridos conectables, con un pico en 2023 cuando se recibieron 678 solicitudes.
Hoy, los vehículos eléctricos representan cerca del 1% del total de unidades vendidas en el mercado, sin embargo, el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) proyecta que para 2036, alrededor del 32.4% de los vehículos automotores comercializados en México serán eléctricos.
En este contexto, la CRE considera necesario emitir lineamientos generales para la integración de infraestructura y elementos necesarios en las Redes Generales de Distribución y a la Red Nacional de Transmisión para la carga de vehículos eléctricos. Esto con el objetivo de mantener “la eficiencia, calidad, confiabilidad continuidad, seguridad y sustentabilidad del Sistema Eléctrico Nacional , para transitar hacia una movilidad eléctrica”, dice en el documento.
Otros países ya están enfrentando desafíos para garantizar un suministro de energía suficiente y confiable para la recarga de vehículos. La costa oeste de Estados Unidos, por ejemplo, ya está enfrentando apagones debido a los picos de demanda que generan los vehículos eléctricos, cuyos propietarios los conectan a la red para recargar sus baterías.
Una nueva regulación establece que el 35% de los nuevos modelos de automóviles vendidos en California hacia 2026 deben ser de cero emisiones, aumentando al 100% para el año 2035. Pero proporcionar energía a estos vehículos implica que el estado debe triplicar la cantidad de electricidad producida e implementar nuevas fuentes de energía solar y eólica a casi cinco veces el ritmo de la última década.
En México, los representantes del sector automotriz están atentos a los nuevos lineamientos que podrían surgir en respuesta a este crecimiento, aunque también señalan la falta de incentivos para la adquisición de vehículos eléctricos como una barrera que aún no se ha superado completamente.
Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, destaca la necesidad de una regulación clara en varios aspectos relacionados con la infraestructura de carga y las tarifas de electricidad para los vehículos eléctricos. Hasta el momento, existe una falta de definición en estándares técnicos, especificaciones jurídicas y tarifas preferenciales para la recarga de estos vehículos.
“Seguimos teniendo una ausencia en cuanto a una regulación para el poder definir los estándares de los centros de carga y de recarga, las especificaciones técnicas que deberán de cumplirse, la definición jurídica en la cual se podrá comercializar la energía eléctrica por parte de particulares, la definición de las tarifas, si habrá una inclusión preferente con una tarifa especial para la recarga de vehículos eléctricos”, agrega Rosales.
El acuerdo para la emisión de disposiciones generales en materia de electromovilidad aún está en proceso de recepción de comentarios.