Esta no es la primera vez que BYD se ve envuelta en una “guerra de precios”. El año pasado, la compañía china protagonizó una confrontación de precios con Tesla en China, donde los precios competitivos de algunos de sus modelos, como el sedán Seal, lo colocaron como un rival directo del Tesla Model 3.
Ahora, el foco se ha desplazado a México, donde BYD se ha sumergido en una contienda en el segmento de entrada, que había sido dominado por JAC durante dos años.
El año pasado, cuando JAC redujo los precios de sus modelos en 10,000 pesos, justificó la medida con eficiencias logísticas. Sin embargo, este segundo ajuste en el precio, de 82,000 pesos, significa que el modelo ahora costará casi 100,000 pesos menos que cuando se lanzó en 2021.
Massri explicó que esta reducción de precio fue posible gracias a que la corporación "desbloqueó" otros fondos, provenientes de los subsidios que el Gobierno chino destina para incentivar la electrificación. Según él, esto se produjo como respuesta a la creciente competencia en el segmento de vehículos eléctricos.
"Necesitábamos que se detonara todo esto y que los competidores hicieran lo que están haciendo para que nosotros pudiéramos desbloquear ciertos, digamos, incentivos o fondos de JAC global, para poder dar este golpe. Definitivamente no es un esfuerzo únicamente nuestro", añadió.
Aunque la rebaja en los precios puede percibirse como algo positivo, estas reducciones de precios podrían impactar a largo plazo en el valor de reventa de las unidades comercializadas previamente. En el pasado, Massri reconoció que aunque rebajar el precio 10,000 pesos podría influir en dicho valor, tales medidas están destinadas a beneficiar a la mayoría de los compradores.
Ahora, el directivo defiende que, si bien el valor residual de un modelo solía determinarse en gran medida por la disparidad entre su valor comercial y el valor de factura, hoy hay numerosas variables que influyen en el mercado de vehículos usados, como la oferta y la demanda, lo que dificulta prever con precisión la evolución del valor residual de un vehículo específico.
Massri también anticipa un efecto positivo derivado de este reajuste en los precios del segmento. "Esto va a motivar a todos los demás fabricantes a que si tienen un vehículo eléctrico, lo metan a un buen precio, y si no tienen producto o no tienen buen precio, pues que le piensen y le busquen para ver cómo hacerlo".
El año pasado, JAC vendió 1,862 unidades de E10X, más del doble que en 2022, cuando comercializó 840 unidades, según datos de Inegi. Con la última rebaja de precio, la empresa espera poder mantener su volumen de ventas y que el E10X continúe siendo el vehículo eléctrico más vendido en México.
Massri enfatizó que más que perseguir una cantidad específica de ventas, JAC aspira a consolidar su posición como líder del mercado eléctrico en el país. "No vamos por una cantidad, vamos por un concepto que es ser el número uno del mercado eléctrico", concluyó.