Robo al transporte de carga
Los conductores de vehículos de carga son blancos constantes de asaltos en la carretera 150, que conecta el centro del país con Veracruz, un importante punto logístico para el comercio con Europa. Entre los productos más frecuentemente robados se encuentran alimentos, vinos, licores, así como electrónicos y electrodomésticos, que son también los de mayor circulación.
David Román, presidente de la ANERPV, destaca que los municipios de San Martín Texmelucan y Esperanza son los más peligrosos, especialmente por su proximidad con Veracruz.
"En particular, en la frontera con Veracruz, hemos visto un aumento significativo, lo que, combinado con otros factores, nos coloca en el segundo lugar en estadísticas, pero son principalmente esos dos municipios donde observamos un incremento alarmante en los robos", comenta.
Es difícil alterar las rutas de transporte de carga debido a los puntos fijos de carga y descarga, pero se pueden ajustar los horarios y días de paso, lo que puede marcar la diferencia entre ser víctima de un robo o no. Respecto a los robos al transporte de carga, Veracruz ocupa el quinto lugar con 95 incidentes registrados en el año, según datos de la ANERPV.
"Es bien sabido que pasar por el municipio de Esperanza durante la noche es extremadamente arriesgado, ya que existe una alta probabilidad de que tu carga sea robada", dice Román.
Sánchez está al tanto de las noticias sobre camiones abandonados en la carretera después de que los ladrones saquean su carga para venderla en el mercado negro. Un ejemplo de este modus operandi fue el de varios camiones de Bimbo, según una investigación de la Sedena en la región, cuyos resultados fueron expuestos en una presentación obtenida por Expansión.
Los camiones robados eran encontrados abandonados y su carga era escondida en los ductos de Pemex de la zona, que antes eran utilizados para el robo de combustible, una práctica conocida como "huachicol". Sin embargo, cuando al inicio del nuevo gobierno se intensificaron las acciones para combatir este delito, los delincuentes comenzaron a utilizar esta infraestructura para ocultar la carga robada.
Sánchez afirma que en Tlaxcala, su estado natal, existen bodegas donde se guarda mercancía robada, así como camiones que son desmantelados y enviados por piezas o completos a países de Centroamérica.
El ferrocarril, una alternativa
Los desafíos debido a la inseguridad han impulsado a las empresas que importan o exportan mercancías vía el puerto de Veracruz a buscar alternativas. Una de ellas es Importaciones y Distribuciones Internacionales, la empresa responsable de la distribución del vino Riunite en el país.
Según Antonio Mezher, director general de Importaciones y Distribuciones Internacionales, la opción más segura, aunque más lenta y costosa, resulta ser el ferrocarril.
"Una vez que recibimos los contenedores en el puerto de Veracruz y completamos la documentación requerida, tenemos dos opciones para llegar a nuestro centro de distribución en San Martín Obispo, en el Estado de México: por tren o por carretera", dice. "Por lo general, optamos por el transporte en tren. Descendemos de Veracruz a la Ciudad de México en tren y luego transferimos los contenedores a trailers en la terminal para su entrega al operador logístico. La otra alternativa es transportar los contenedores por carretera desde Veracruz en camiones".
Aunque el tren requiere más tiempo y costos adicionales, el transporte por carretera es más rápido y económico, pero su seguridad es una preocupación constante. "Hemos enfrentado problemas significativos de seguridad en el transporte, por lo que debemos encontrar un equilibrio para protegernos y minimizar los riesgos. Dado que se trata de un producto de alta rotación, no podemos permitirnos que el producto corra algún riesgo", concluye.
Con información de Mara Echeverria e Ivet Rodríguez