Ejemplo de ello es General Motors, cuyo 70% de las ventas en México corresponden a vehículos provenientes de China. Marcas premium como BMW y Volvo también importan algunos de sus modelos eléctricos desde el país asiático, mientras que Ford, Stellantis y Kia recientemente están adoptando esta estrategia para mantener su competitividad y satisfacer la demanda del mercado.
En el caso específico de Kia, las ventas de sus modelos de manufactura china han sido prometedoras. En el primer trimestre del año, la marca ha vendido unos 5,200 unidades del Seltos y otras 112 unidades del recién llegado Sonet, lo que equivale al 21% de sus ventas totales, según datos de Inegi.
Los directivos de Kia explicaron en su momento que optaron por importar la variante del Seltos desde China, en lugar de India o Corea del Sur, debido a la necesidad de asegurar la disponibilidad del modelo. La planta china fue la única capaz de garantizar esta disponibilidad.
Además, China también se ha convertido en un país proveedor de vehículos de gran volumen y a precios competitivos. En el caso del nuevo modelo, Sonet, hay una versión disponible a un precio de 372,900 pesos, siendo una de las más competitivas en el mercado, incluso por debajo de otros vehículos de fabricación china, como el Chevrolet Groove o el MG ZS.
Esta estrategia de apostar por la manufactura china representa una oportunidad para Kia de recuperar el liderazgo en un segmento que dominó en 2022 y gran parte de 2023 con Seltos, pero que recientemente enfrenta una feroz competencia con los modelos Nissan Kicks y Mazda CX-30.
Ahora, la marca surcoreana ha tomado la decisión de reforzar su presencia en este segmento con un segundo modelo que compita en el rango de precios más bajo. El objetivo de Kia es alcanzar la venta mensual de aproximadamente 800 unidades del modelo Sonet, las cuales se añadirán a las 1,700 unidades del modelo Seltos que ya se venden mensualmente.
Con información de Ivet Rodríguez