La actual administración morenista ha adquirido un nuevo papel protagónico en el sector aeroportuario, tanto por la puesta en marcha de una aerolínea estatal, como por la construcción y operación de algunos aeropuertos, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de Tulum. Sin embargo, el desempeño divergente entre ambos no pasa desapercibido, especialmente en términos de movimiento de pasajeros y vuelos internacionales.
Inaugurado en marzo de 2022, el AIFA, ubicado en la base área de Santa Lucía, se erige como un centro de operaciones con un enfoque principal en carga, aunque su rendimiento en el segmento de pasajeros no ha alcanzado las expectativas proyectadas. Datos recientes de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) revelan que, al primer trimestre de este año, el AIFA ha registrado un traslado de poco más de un millón de pasajeros, posicionándolo como el octavo aeropuerto con mayor afluencia en México.
En contraparte, el Aeropuerto de Tulum, inaugurado en diciembre de 2023, ha mostrado un crecimiento prometedor. Aunque aún no figura en las estadísticas de los diez aeropuertos con mayor volumen de operación, su potencial es innegable. Con capacidad para atender hasta 5.5 millones de pasajeros anuales, este aeródromo se distingue por su proyección hacia el mercado internacional, con planes concretos de vuelos hacia Europa.