El pasivo laboral de las empresas productivas del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se ha convertido en un desafío significativo para las finanzas públicas de México. De acuerdo con el Centro de Investigaciones Económicas y Presupuestarias (CIEP), los pasivos de pensiones de estas dos entidades alcanzaron en el último año los 1.778 billones de pesos, cifra que equivale al 5.6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Para poner en perspectiva el tamaño de este pasivo, esta cantidad es comparable al gasto destinado a cuatro años del programa de pensiones para adultos mayores, a lo presupuestado para la Secretaría de Educación Pública (SEP) también en cuatro años, así como a toda la recaudación de IVA e IEPS en 2023, según un análisis de Expansión.
Alejandra Macías Sánchez, directora del CIEP, subraya la necesidad de revisar estas proporciones, dado que las condiciones laborales de los empleados de Pemex y CFE son considerablemente más privilegiadas que las del trabajador promedio en México. “Entonces tendríamos que hablar de hacer pensiones más igualitarias y hacer cambios en la edad de retiro”, comentó Macías en una conferencia de prensa.
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