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Renault-Nissan y Daimler: una alianza que comenzó 'con el pie izquierdo‘

La planta anunciada por ambas empresas proyectaba producir 230,000 vehículos para 2020. Sin embargo, nunca despegó del todo, y hoy poco queda de los motivos iniciales que impulsaron su creación.
jue 20 junio 2024 09:20 AM
La alianza Daimler y Nissan pende de un hilo, ¿qué pasará con la planta COMPAS?
En 2014, Daimler y la alianza Renault-Nissan decidieron construir una planta conjunta en Aguascalientes. Un año después inició la construcción del complejo.

El acuerdo de manufactura entre Daimler y la alianza Renault-Nissan se encuentra a punto de poner punto final. Hace una década, en medio de numerosos anuncios de inversión para la construcción de nuevas plantas en el Bajío, la alianza franco japonesa y Daimler decidieron invertir 1,000 millones de euros en una planta conjunta para producir modelos de sus marcas premium, Infiniti y Mercedes-Benz.

El anuncio de esta planta se realizó en una conferencia de prensa en un hotel de la Ciudad de México. Carlos Ghosn, entonces CEO y presidente de la Alianza Renault-Nissan, y Dieter Zetsche, entonces CEO de Daimler, participaron de manera remota para anunciar la inversión y destacar algunos logros de la alianza entre ambas empresas, iniciada en 2010 y ampliada en 2014, con el objetivo de cooperar en el desarrollo de coches pequeños, motores y vehículos comerciales ligeros.

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Respecto a la nueva planta compartida, ambas compañías acordaron que el complejo, llamado COMPAS (Cooperation Manufacturing Plant Aguascalientes), tendría una capacidad de producción anual inicial de más de 230,000 vehículos y generaría alrededor de 3,600 empleos directos para 2020. También mencionaron que compartirían una misma plataforma para lograr economías de escala y reducir costos. No obstante, desde el principio surgieron obstáculos.

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Daimler y la Alianza Renault-Nissan colocaron en 2015 la primera piedra del complejo de manufactura de cooperación estratégica llamado COMPAS, el cual se construiría en Aguascalientes.

En sus inicios, COMPAS estuvo bajo la dirección de un equipo directivo internacional compuesto por ejecutivos de Daimler y Nissan, liderado por Ryoji Kurosawa. Con el tiempo, la alianza entre ambas empresas mostró signos de desgaste, reflejado en una comunicación discreta sobre el progreso del proyecto, su implementación y las actualizaciones posteriores. Tanto Daimler como Nissan optaron por mantener un perfil bajo respecto a las operaciones de la planta.

Las compañías nunca llegaron a un acuerdo sobre la plataforma compartida, resultando en líneas de producción separadas para el Infiniti QX50 y el Mercedes-Benz Clase A.

Infiniti decidió no utilizar la plataforma MFA2 de Mercedes-Benz debido a la incompatibilidad con el nuevo motor de compresión variable del QX50. Este modelo fue el primero de toda la línea Nissan en incorporar este innovador motor, lo que requería una plataforma específica para Infiniti. Esta necesidad de una plataforma dedicada eliminó la posibilidad de una producción conjunta con Mercedes-Benz.

En 2019, Daimler tomó la decisión de suspender la producción del Clase A en favor del SUV GLB, en un intento por responder a la creciente demanda de SUV y mejorar los volúmenes de producción. Infiniti, por su parte, sumó la producción de un segundo modelo, el QX55. Sin embargo, la planta COMPAS nunca despegó del todo y hoy poco queda de los motivos iniciales que motivaron su creación.

Ni Ghosn ni Zetsche siguen en las empresas; el primero está prófugo de la justicia japonesa acusado de fraude, mientras que el segundo se retiró hace algunos años. Además, Geely Holding Group de China se ha convertido en el principal accionista del fabricante de automóviles alemán Daimler, mientras que la alianza Renault-Nissan ha fortalecido sus lazos con otros fabricantes japoneses como Mitsubishi y Honda.

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Carlos Ghosn, presidente de la Alianza Renault-Nissan y Dieter Zetsche, presidente de administración del consejo de Daimler AG, y líder de Mercedes Benz Autos, anunciaron la ampliación de su alianza en 2014. En ese mismo año, anunciaron la construcción de la planta COMPÁS en México.

Hoy, COMPAS está subutilizada. La producción combinada de Infiniti y Mercedes-Benz sumó 29,614 unidades en lo que va del año, una caída de 22% comparado con el mismo periodo del año previo, según datos de INEGI. Particularmente, la producción de los dos modelos de Infiniti cayó 53% entre enero y mayo, mientras que la de Mercedes-Benz bajó 11%.

La planta está operando actualmente al 30% de su capacidad prevista para este momento.

¿Qué pasará con la planta COMPAS?

Mercedes-Benz anunció una reducción de la producción a un turno, lo que ha llevado a un ajuste de personal en su línea de producción. El Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Automotriz del Estado de Aguascalientes (SUTIAEA) informó a medios locales que la compañía enfrenta una situación crítica de producción. En respuesta, el sindicato y la planta han establecido mesas de ayuda para implementar un “plan de separación” de varios trabajadores.

Nissan, que en un inicio asumió el control operativo de la planta debido a su experiencia regional, ahora ha evitado hacer comentarios detallados sobre el futuro de la operación de Mercedes-Benz en COMPAS. La empresa japonesa se ha limitado a afirmar en un correo electrónico que "continúa con sus operaciones habituales sin ninguna afectación en todas las plantas de la compañía en territorio nacional" y que "las consultas relacionadas al tema deben ser aclaradas por COMPAS".

La caída en la producción y el recorte de personal en la planta abre un signo de interrogación sobre el futuro del complejo. Tanto Nissan como Daimler podrían aprovechar esa capacidad disponible para producir vehículos con nuevas tecnologías, ya sea híbridos o eléctricos. Nissan también podría aprovechar la capacidad para ensamblar algún modelo de Renault o Mitsubishi, sus socios de la alianza.

Otra opción sería la venta del complejo. En el mercado actual, al menos dos fabricantes chinos están interesados en establecer una planta en México, lo que podría convertirlos en potenciales compradores del complejo COMPAS. Esta posible transacción podría asegurar la continuidad de operaciones y empleo en la región, aunque aún no se ha confirmado ningún acuerdo.

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