Reunir todas las fechas que se han marcado como promesa del inicio de las operaciones de la refinería Olmeca es prácticamente una tarea imposible. Las tres cabezas de la política energética morenista –el presidente Andrés Manuel López Obrador, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza y la exsecretaria de Energía, Rocío Nahle– han lanzado plazos de manera constante, pero ninguno de ellos se ha cumplido. En conjunto, han armado un rompecabezas difícil de armar.
Los planes iniciales anunciados desde presidencia colocaban a mediados del 2022 como fecha de inicio de producción de combustibles en la refinería de Tabasco. Pero esto no sucedió. Los analistas, consultoras e incluso la Agencia Internacional de Energía pronostican que el complejo Olmeca reportará una producción comercial hasta el segundo semestre del año próximo, durante el primer año de la administración de Claudia Sheinbaum.
Pero Pemex tiene un cronograma distinto, uno que nunca ha logrado cumplir.
El último indica que la refinería comenzará operaciones este sábado y llegará a su capacidad máxima de operación –340,000 barriles diarios– en septiembre próximo. La refinería, según también el último anuncio, arrancó de manera oficial su producción el mes pasado. Hasta ahora, todo ha quedado en las palabras del presidente y del director de Pemex porque no se ha demostrado que el complejo ya ha iniciado operaciones.