Ottawa anunció este lunes que también impondrá aranceles adicionales de 25% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de China a partir del 15 de octubre.
Ante el "desafío" que suponen los productores chinos "que se benefician de políticas y prácticas desleales y contrarias al mercado", Canadá actúa "en concordancia con otras economías del mundo", sostuvo Trudeau.
Occidente acusa a China de destruir la competencia en otros sectores como la energía eólica, los paneles solares, y las baterías para vehículos eléctricos. El reciente anuncio sigue a otro similar formulado en mayo por Estados Unidos y a otro de la Unión Europea (UE) que impuso aranceles de hasta 38% en julio pasado.
La decisión de Canadá sobre los vehículos incluye automóviles, camiones, autobuses y camionetas de reparto eléctricas y algunos modelos híbridos.
"Debemos defender los empleos y los intereses canadienses", insistió Trudeau.
Canadá busca atraer desde hace años a actores importantes del sector de la movilidad eléctrica, mediante incentivos fiscales, sus políticas de energías limpias y sus importantes reservas de minerales raros utilizados para la fabricación de baterías destinadas al sector automotor.