Las ventas de IKEA a través del comercio electrónico, que crecieron un 42% en 2023, han enfrentado problemas en las entregas de última milla, lo que ha llevado a una desaceleración en su crecimiento, que se sitúa en el 24% en lo que va del año.
A medida que IKEA expande su presencia en México, este problema podría incrementarse. Actualmente, la compañía opera tiendas en Ciudad de México y Puebla, y abrirá una tercera ubicación en Guadalajara en noviembre.
La nueva tienda de Guadalajara
Gulbierz comenta que para evitar que la nueva tienda enfrente los mismos problemas, IKEA ha implementado estrategias específicas para asegurar una disponibilidad de 98% en piso de ventas y la reposición inmediata de ciertos productos. La disponibilidad en la tienda de Ciudad de México se sitúa actualmente en 95%.
Además, el minorista ha contratado empresas locales tanto para la entrega como para la instalación de muebles, lo que según Gulbierz, les permitirá agilizar estos servicios en Guadalajara.
"Aprendemos mucho de las operaciones en Puebla y Oceanía (CDMX), para adaptarnos de acuerdo a lo que funciona y lo que no funciona", detalló.
La logística se ha mejorado con la apertura de un almacén en Guadalajara que recibe productos directamente de Estados Unidos, lo que evita que las mercancías pasen por los almacenes de Ciudad de México y, en teoría, reduce tiempos de espera.
Apuesta por la proveeduría local
Desde la pandemia, los cierres de puertos y el incremento en los costos de transporte han afectado su cadena de suministro a nivel mundial. En respuesta, la empresa ha acelerado su búsqueda de proveedores locales en los países en los que opera, con el fin de reducir tanto los tiempos de espera como los costos asociados a la importación desde Europa y Asia.
Como parte de su estrategia para mitigar los problemas de logística y reducir tiempos de entrega, IKEA ha buscado proveedores locales que puedan abastecer ciertos productos. En México, aproximadamente 20% de los productos que se venden en tiendas o en línea son de fabricación local, principalmente textiles y alimentos frescos que abastecen su comedor. “Tenemos productos hechos en México, como textiles, entre ellos un tortillero, y electrodomésticos de marcas como Mabe”, comenta Gulbierz.
La compañía también cuenta con una fábrica de colchones y sofás en Saltillo, Coahuila, y evalúa la posibilidad de trabajar con fabricantes de muebles en el país.
“Exploramos opciones con muebleros para saber cómo colaborar, pero es complejo porque no pueden ofrecer una producción a gran escala”, explica el directivo.
A pesar de los desafíos, IKEA reporta resultados un crecimiento en ventas de 15% anual desde 2020.