Iván Segal, director de ventas y operaciones globales de Grupo Renault, confirmó que la decisión de no avanzar con la producción en México está alineada con la nueva estrategia global de la compañía. “Todo es totalmente oficial, sobre el hecho de que nosotros tenemos un sistema fiduciario, de parte de nuestras acciones de Nissan, y que vamos a parar el cruzamiento de acciones”, explicó en una reunión con medios en Ciudad de México.
Según el ejecutivo, la reducción en la participación accional refleja un cambio estructural que afecta también la forma en que se diseñan los proyectos regionales. En otras palabras: el modelo que Renault pensaba fabricar en México, con apoyo de Nissan, era parte de una etapa previa de cooperación que ya no se va a extender.
Segal no ocultó que la coyuntura global ha influido en este nuevo enfoque. “Adaptación, flexibilidad y visión” son, en sus palabras, los tres pilares que definen la estrategia de la marca ante un mundo donde las barreras comerciales y los cambios geopolíticos modifican las reglas del juego.
Por ahora, Renault no contempla nuevas asociaciones industriales en México. “La pregunta era sobre Nissan, pero podemos buscar otras cooperaciones que resulten de manera positiva para el grupo”, afirmó. Las puertas no están cerradas, pero sí vigiladas con cautela.
El repliegue en la relación con Nissan contrasta con el dinamismo que Renault ha encontrado en otras alianzas, especialmente con fabricantes como la china Geely. A finales de 2022, ambas firmaron un acuerdo no vinculante para crear una empresa conjunta enfocada en trenes motrices de nueva generación, con participación equitativa del 50%.
Jorge Portugal, director comercial para la región Américas de Renault, considera esa sinergia un ejemplo exitoso. “Ese acuerdo de cooperación es muy importante, porque permite por un lado la expansión de Geely en Brasil y por el otro lado a Renault tener plataformas más modernas dentro de sus plantas productivas”, explicó.
De esa cooperación, incluso han derivado nuevas estrategias para México, aunque sin manufactura local. La firma planea introducir en el mercado nacional el modelo Koleos, ensamblado en Corea del Sur, como parte de su oferta híbrida.
Para Segal, la cooperación no tiene que estar limitada al ensamble. La relación con firmas como Google o Qualcomm también forma parte de esta visión más amplia de construir redes que generen eficiencia operativa y mejoren la experiencia del cliente final.
“Al mismo tiempo que el contexto es tan complicado, continuamos aprendiendo donde pensamos que hay un conocimiento que es un poco mejor que el de nosotros. Si hay que cooperar para aprender más rápido, cooperamos, porque al final esto es mejor”, subrayó.
El ejecutivo recordó que Renault ya ha enfrentado cambios drásticos en su estructura global. Tras la invasión rusa a Ucrania en 2021, la automotriz abandonó su segundo mercado más importante, el ruso, y aún así logró recuperar el equilibrio en su operación global.
Hoy, en México, Renault mantiene su presencia comercial y observa el mercado con atención, aunque sin planes inmediatos de fabricar localmente o lanzar una nueva colaboración productiva.
“Miramos todas las oportunidades, día a día, ante posibilidades de cooperación. Si viene una nueva oportunidad de cooperación que puede ayudarnos a crecer en el mercado mexicano o en cualquier otra parte del mundo la observamos, analizamos, y si viene bien y si nuestro CEO tiene la visión de que vale la pena lo haremos”, concluyó Segal.