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¿Qué sería de la economía de Aguascalientes sin las plantas de Nissan?

Si Nissan estornuda, Aguascalientes se resfría: cualquier ajuste en la operación de la automotriz japonesa impacta de inmediato en la economía local y en miles de familias que dependen de ella.
mar 13 mayo 2025 08:08 AM
¿Qué pasaría con la economía de Aguascalientes sin las plantas de Nissan?
Desde que la automotriz instaló su primera planta en el estado en 1992, su crecimiento ha marcado el pulso económico de Aguascalientes.

Joan Busquets llegó a México en 2021 tras una asignación en África. Catalán de origen, podría pasar desapercibido en muchas ciudades del mundo. Pero en Aguascalientes no necesita más presentación. En esta ciudad de menos de un millón de habitantes, que ha girado durante más de tres décadas en torno a la armadora japonesa, el rostro del vicepresidente senior de manufactura y cadena de suministro de Nissan Mexicana es tan familiar como el de un gobernador.

“Aquí casi todo el mundo te conoce, aunque tú no los conozcas. Me paran por la calle. Eso me sigue sorprendiendo, porque es una parte muy distinta de lo que viví en otras asignaciones. Tanto el gobierno como las instituciones, las universidades y la gente en general sienten un cariño muy fuerte por Nissan. Está muy impregnado en el tejido de Aguascalientes", cuenta Busquets.

El fenómeno no es gratuito. Desde que la automotriz instaló su primera planta en el estado en 1992, su crecimiento ha marcado el pulso económico de Aguascalientes. Esa planta, conocida como A1, es el corazón histórico de la operación y aún hoy concentra la mayor parte del volumen de producción de la compañía en el país.

A1 ha ensamblado más de 7.7 millones de vehículos en sus 32 años de existencia. En sus líneas de producción han pasado generaciones completas del Tsuru, el Platina, el Tiida, el March, el Versa y, más recientemente, el Kicks. Hoy produce más unidades por hora que cualquier otra instalación de Nissan en México: hasta 65 vehículos cada 60 minutos.

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El impacto de esta planta va más allá de la industria. Con tres turnos, seis días a la semana, emplea a miles de personas, muchas de ellas con más de 20 años de antigüedad. En Aguascalientes, hay familias enteras —padres, hijos y hasta nietos— que han trabajado en sus líneas. Es el tipo de estabilidad poco común en un país marcado por la rotación laboral.

“La mayoría de los líderes de esta planta son de aquí, crecieron aquí, estudiaron aquí", dice Busquets.

En 2013, la empresa inauguró una segunda planta, A2, con la idea de complementar el crecimiento de la producción y atender la demanda del modelo Sentra en mercados globales. Aunque más moderna y automatizada, A2 no ha alcanzado aún los niveles históricos de A1: lleva acumuladas 1.8 millones de unidades ensambladas, menos de una cuarta parte que su hermana mayor.

Hoy, A1 sigue siendo el músculo más activo de la operación de Nissan en México. Produce tres modelos: March, Versa y Kicks. Todos con altas tasas de integración local, lo que permite a la empresa cumplir con los requisitos del T-MEC y sortear con mayor flexibilidad los cambios arancelarios en Estados Unidos.

El complejo industrial no se limita a fábricas. Incluye un centro de entrenamiento con capacidad para formar a técnicos y operarios de toda América Latina. Desde aquí se capacita a personal de Brasil, Argentina, Chile y otros mercados del continente. También se encuentran instalaciones de estampado, pintura, plásticos y ensamble, lo que convierte al complejo en uno de los más integrados del grupo fuera de Japón.

¿Qué pasará con las plantas de Nissan este año?

Desde hace tres décadas, la economía de la entidad gira en torno a esta empresa japonesa. Sus dos plantas representan alrededor del 15% del PIB estatal, emplean a más de 13,000 personas de manera directa y sostienen a una red de proveedores que va desde gigantes globales como Jatco y Visteon, hasta pequeñas metalmecánicas familiares del parque industrial Valle de Aguascalientes. Aquí no se exagera al decir que si Nissan estornuda, la economía local se resfría.

Y Nissan ha estado estornudando.

En noviembre de 2024, Nissan anunció un plan mundial para recortar 9 000 puestos de trabajo y reducir 20 % su capacidad de producción, después de presentar utilidades semestrales muy por debajo de lo previsto. El 12 de mayo de 2025, la cadena pública japonesa NHK y otros medios como Reuters informaron que la compañía estudiaba un recorte adicional de más de 10,000 empleos, lo que elevaría los despidos totales a unos 20 000 —alrededor del 15 % de la plantilla global—, pero Nissan no ha confirmado esa nueva cifra.

En las plantas de Aguascalientes, trabajadores consultados por Expansión señalan que, hasta ahora, la producción se mantiene sin despidos masivos ni paros prolongados, aunque el ambiente es de cautela ante las posibles decisiones corporativas.

La situación no es solo local. En Japón, la cúpula de Nissan endureció su política de asignación de modelos y está presionando a sus filiales a recortar costos y mejorar indicadores de productividad si quieren seguir fabricando vehículos. México, que antes parecía tener asegurados los proyectos, ahora compite contra fábricas en Estados Unidos, India y Tailandia por las mismas asignaciones.

Nissan Mexicana cerró 2024 con 678,000 unidades producidas, la mayoría de ellas salidas de Aguascalientes. Ese volumen la consolidó como la operación más grande de Nissan en todo el continente americano, por encima de Brasil, Argentina y Estados Unidos.

El 73% de esa producción se exporta a más de 80 países. El resto se queda en el mercado mexicano, donde la marca japonesa mantiene el liderazgo de ventas desde hace más de una década.

En total, Nissan emplea a más de 15,000 personas de forma directa en el país –de los cuales unos 10,000 están en Aguascalientes– y genera alrededor de 220,000 empleos indirectos en su ecosistema de proveedores, logística y servicios. En Aguascalientes, su presencia es tan dominante que cualquier cambio en su ritmo de producción se refleja de inmediato en la economía local.

La planta A1 de Nissan en Aguascalientes acaba de iniciar la producción del Kicks de nueva generación, un modelo clave en la estrategia de exportación de la marca. Este SUV, que ahora incorpora mejoras en diseño, tecnología y seguridad, será ensamblado exclusivamente en México para abastecer tanto al mercado local como a más de 80 países, incluido Estados Unidos.

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