Las motocicletas son uno de los vehículos de trabajo más utilizados, pero, sobre todo, son uno de los medios de transporte más ágiles para movilizarse en las ciudades; de ahí que casi el 50% del parque de motocicletas se concentren en Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Guanajuato y Michoacán.
También son ampliamente utilizadas para viajar, pues conducir moto en carretera es una experiencia única. De hecho, en nuestro país hay una gran comunidad de entusiastas que suelen viajar en sus motos por toda la república.
Para estos entusiastas, la seguridad en un tema importante y, en gran medida, la seguridad recae en la utilización de las llantas adecuadas y en buen estado.
La clave de la seguridad en suelo seco o mojado
Al rodar en la ciudad o carretera se debe prestar atención en dos características de las llantas de la moto, la durabilidad y la adherencia. En estos conceptos se enfocan la mayoría de las tecnologías y el diseño de las ruedas.
Los materiales conque se fabrican las ruedas también son de consideración, puesto que hay compuestos que ayudan a la durabilidad y a brindar una mayor adherencia al piso.
Los compuestos duros, obviamente tiene una mayor duración, pero esa dureza reduce el agarre de las llantas al asfalto. Por el contrario, los materiales más blandos brindan una gran adherencia, pero su desgaste es más rápido.
Otro punto importante es el diseño del dibujo de la banda de rodamiento, pues según la cantidad y disposición de los canales y ranuras se logra una mejor evacuación del agua obteniendo así un alto índice de vacío.
Por ello, para los entusiastas de la conducción dinámica en calles y carretera es un tema de seguridad que las llantas tengan una configuración de doble compuesto en su cama de rodamiento y un óptimo índice de vacío.