La fiesta está por terminar: ahora viene la cruda para tu bolsillo con la cuesta de enero
Antes de que continúes con la euforia de tener dinero extra en estas fechas decembrinas, debes considerar los pagos que deberás realizar al menos en los tres primeros meses de 2026.
La famosa cuesta de enero es un fenómeno que si bien se manifiesta a inicios de cada año, en realidad comienza a perfilarse en diciembre y extenderse por varias semanas.
Los trabajadores reciben ingresos adicionales como el aguinaldo, cajas de ahorro, tandas o bonos en diciembre, pero a la par se incrementan los gastos debido a las celebraciones. La clave para no sufrir las tensiones financieras es anticiparse y planificar estratégicamente en el uso de estos recursos extra.
Publicidad
Para las personas que compraron artículos a meses sin intereses durante la temporada de ofertas del Buen Fin, Black Friday o ventas nocturnas es un buen momento de tener lápiz, calculadora y un calendario para comenzar a planear el destino de sus recursos financieros en el primer trimestre del 2026.
Así puedes sortear la cuesta de enero
Al recibir ingresos extraordinarios, la distribución del presupuesto debe ser estratégica y priorizar la eliminación de los compromisos más caros. El orden recomendado por expertos es el siguiente:
1. Atacar las deudas más caras: Este es el primer paso, especialmente si se tienen pasivos en tarjetas de crédito. Financieramente, resulta sensato liquidar o abonar a las deudas con las tasas de interés más altas, ya que las demoras pueden alcanzar penalizaciones mayores al 60%.
“Es muy difícil que un instrumento de ahorro o inversión genere un rendimiento que compense estas altas tasas de interés. Por ejemplo, los instrumentos de renta fija dan rendimientos cercanos al 7%. La deuda solo es buena si está controlada”, destacó Jesús Guillermo Mendieta González, integrante de la Comisión Técnica de Auditoría Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
2. Ahorro e Inversión: Una vez controladas las deudas y cubiertos los pagos necesarios, lo idóneo es destinar entre 10% y 20% de los ingresos extra para el ahorro y la inversión.
“Puedes dividir los ingresos en tres partes: una para el pasado (pagar deudas), otra para el presente (gastos sin remordimiento) y una tercera para el futuro (ahorro para la cuesta del primer trimestre)”, sugirió a Expansión el especialista.
Una planeación financiera rumbo a enero, febrero y marzo, debe tomarse en cuenta en diciembre. (Foto: iStock )
Uno de los errores más frecuentes es perder el foco o desconectarse de los compromisos financieros futuros. La mercadotecnia y el ambiente navideño en centros comerciales empujan a adquirir productos y servicios, impulsando el gasto, refierió por su parte Ricardo Arenas, vocero de yotepresto.com y Zenfi.
Una recomendación para evitar imprudencias financieras es no perder de vista los pagos del primer trimestre. Muchas promociones ofrecidas en noviembre (como las del Buen Fin) incluyen bonificaciones o la posibilidad de pagar hasta febrero o marzo. Estas promociones son peligrosas porque hacen que el consumidor pierda el foco y piense que "falta mucho" para cubrir el compromiso.
"Lo primordial es anticiparse a ella y ese mes clave es diciembre, aprovechando los ingresos adicionales que idealmente se debería destinar una parte importante para el ahorro, para liquidar deudas, por ejemplo", explicó Ricardo Arenas.
Red flags financieras
Para mantener el control financiero, es fundamental reconocer las señales de que se está perdiendo el rumbo. Una regla de oro es no gastar más de lo que se tiene.
Las tres señales de alerta principales son:
1. Estrés financiero: Sentir estrés por la incapacidad de cumplir con los compromisos financieros, como pagos de deudas o servicios, al inicio del año.
2. Baja liquidez: Quedarse en ceros tras pagar las obligaciones, lo que deja a la persona indefensa ante cualquier imprevisto.
3. Aumento del uso de tarjetas de crédito: Un incremento constante en la utilización del crédito.
“Una señal de alarma crítica se enciende cuando el 50% o 60% del ingreso ya está comprometido con pagos de tarjetas, colegiaturas o mensualidades en el momento de recibirlo”, explicó Guillermo Mendieta, integrante del CCPM.
Publicidad
¿Qué hacer si pierdo mi empleo a fin de año?
En un escenario adverso, como el desempleo, si una persona tiene deudas activas, debe buscar la manera de seguir cumpliendo sus compromisos. Dado que la mayoría de los mexicanos que ahorran apenas tienen el equivalente a una quincena guardada, se recomienda tener claro el flujo de gastos para proyectar cuánto tiempo durarán los recursos de una liquidación.
“En situaciones extremas, hacer el pago mínimo de las tarjetas de crédito, aunque no es lo ideal (pues se pagan intereses altísimos), es mejor que no hacerlo, ya que evita que la persona sea reportada como morosa ante el buró de crédito, protegiendo así su calificación mientras busca estabilizarse”, dijo el vocero de Zenfi.
Y si queda dinero…
En caso de que no haya deudas o éstas se liquiden, se recomienda destinar entre 10%, 15% o 20% de sus ingresos al ahorro y a la inversión.