El peso seguirá cayendo tras el golpe por la abrupta salida del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, según el principal oráculo de la moneda mexicana.
Si bien el alto nivel de negociación que tiene el peso ayuda a mantener a flote la moneda, la realidad económica pasará factura, y la abrupta salida de Urzúa es solo un recordatorio más de los riesgos que conlleva la inversión en México, dijo Christian Lawrence, estratega cambiario de Rabobank en Nueva York.