El oro al contado ganó 1.3%, a 1,735.85 dólares la onza, tras haber subido 1.9% a 1,746.5 dólares; los futuros del oro en Estados Unidos subieron 0.4% a 1,768.9 dólares por onza, tras cotizar en la sesión en 1,788.8 dólares, su máximo desde febrero de 2013.
El oro tiene a beneficiarse de las medidas de estímulo de los bancos centrales, y suele ser visto como una cobertura contra la inflación y la devaluación cambiaria. Unas tasas de interés bajas también reducen el costo de oportunidad de tener el lingote, que no devenga intereses.
"Hay muchas compras de refugio. Es la preocupación actual por la recesión/depresión que existe ahora. La perspectiva económica parece bastante grave", dijo Bob Haberkorn, estratega senior de mercado de RJO Futures.