Para algunos gestores de activos y académicos es cuestión de tiempo para que exista una multiplicidad no sólo de fondos, sino de ETFs (fondos cotizados) y otros productos apalancados que se beneficien de la volatilidad de las criptomonedas. “Así como veíamos poco probable los futuros en criptomonedas y al final salieron, yo creo que lo mismo sucederá con los ETFs en Estados Unidos”, dice María Concepción del Alto, directora de maestría en Finanzas, de la escuela de negocios EGADE.
La académica sustenta su argumento no sólo aludiendo a lo sucedido en el mercado de futuros de Chicago, sino a la “mayor liquidez” y “apetito” que hay por estos activos digitales que acumulan una capitalización de poco más de dos billones de dólares, el mismo valor de Apple, de acuerdo con el sitio especializado Coinmarketcap.
Este interés en satisfacer la demanda por las criptomonedas se puede observar en los anaqueles de los principales proveedores de ETF, explica Pierre Savarzeix, gestor de renta variable de Seeyond, filial de la gestora Natixis IM. En Canadá, donde se aprobaron ya ETFs para criptomonedas, la firma Horizon ETF Management lanzó este mes un fondo cotizado que permite ir en contra del bitcoin. “Podríamos esperar mayores flujos de gestores de activos que no hemos visto aún”, señala Savarzeix vía correo electrónico.
Para Luis Gonzalí, director de inversiones del gestor de activos Franklin Templeton en México, la demanda puede derivar también en productos apalancados que en lugar de intentar acotar la volatilidad se aprovechen de ésta. Un ejemplo puede ser un derivado u opción que replique cierto número de veces el rendimiento o las pérdidas del bitcoin.
“Sin duda vienen más productos, lo cual no necesariamente es bueno”, comenta Gonzali en entrevista. La otra cara de la moneda a la que se refiere el especialista es que un descalabro de los activos digitales se convierta en un problema sistémico.