Pero ahora hay señales de que lo peor ya pasó. A diferencia de episodios anteriores de turbulencia en los mercados mundiales, el conflicto en Europa del Este no provocó una fuga masiva de capitales de los bonos locales mexicanos, que los inversionistas extranjeros utilizan como indicador del riesgo de los mercados emergentes. Los administradores de dinero en el extranjero vendieron 3,900 millones de pesos (190 millones de dólares) en MBonos durante la semana posterior a la invasión rusa a Ucrania, una fracción de los 61,000 millones de pesos que salieron en una semana al inicio de la pandemia en marzo de 2020.
“Los MBonos a largo plazo ofrecen un valor muy atractivo para los inversionistas a más largo plazo”, dijo Juan Carlos Alderete Macal, director ejecutivo de Grupo Financiero Banorte en Ciudad de México. Alderete prefiere los bonos con vencimiento en noviembre de 2042 y noviembre de 2047, destacando sus altos rendimientos y altos diferenciales con respecto a los bonos del Tesoro. “México se destaca como un mercado profundo y relativamente estable en comparación con sus pares latinoamericanos”, agregó.
Los inversionistas extranjeros poseen más del 40% de los 3.4 billones de pesos en MBonos en circulación, lo que hace que sus movimientos de cartera sean importantes para el mercado local. Además, estos valores son especialmente sensibles a los acontecimientos mundiales porque el peso se cotiza las 24 horas y el mercado de renta fija mexicano es altamente líquido en comparación con otros países en desarrollo.
Los MBonos tienen un “precio atractivo para los inversionistas que compran y mantienen”, dijo Kathryn Rooney Vera, directora de investigación macroeconómica global de Bulltick, con sede en Miami. La reciente caída de estos títulos se debió a un “amplio retroceso en el sentimiento de riesgo” y, por lo tanto, los bonos tienen espacio para recuperarse.
Los precios actuales de los MBonos “no están en línea con los fundamentos mexicanos”, dijo Claudia Ceja, estratega de divisas y tasas de BBVA en Ciudad de México. Agrega que los precios reflejan un escenario peor que uno en el que se rebaje la calificación del país.
Además de las valoraciones atractivas, los bonos locales de México también están preparados para beneficiarse de la avalancha de reasignación de activos provocada por las consecuencias de la guerra en Ucrania. Los inversionistas de mercados emergentes se están deshaciendo de activos de Europa del Este y colocando su dinero en destinos relativamente seguros, como América Latina. Goldman Sachs estima que la ponderación de México en el índice GBI-EM Global Diversified de JPMorgan & Chase aumentará entre 0.6 y 0.8 puntos porcentuales tras la salida de Rusia del índice de referencia.
“Un reequilibrio de las carteras de los inversionistas en mercados emergentes termina beneficiando a México”, escribieron en una nota del 3 de marzo analistas encabezados por Adrián de la Garza, economista jefe de Citibanamex, con sede en Ciudad de México.