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El precio del petróleo sube, pero los bonos de Pemex no

El precio del petróleo está en niveles no vistos en ocho años, lo que significa más ingresos para las petroleras; sin embargo, los inversionistas de Pemex aún guardan cautela.
mié 02 marzo 2022 05:01 AM
estación de gasolina de Pemex
El precio de la mezcla mexicana alcanzó su mayor precio desde julio de 2014.

Poco después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la invasión a la región de Donbas, al este de Ucrania, el precio del crudo tocó niveles no vistos desde 2014. El precio de los contratos de futuro del Brent y del WTI superó los 100 dólares por barril, y la mezcla mexicana de exportación rompió el techo de los 97 dólares por barril, un nivel no visto desde julio de 2014.

Estos récords en los precios del llamado oro negro parecieran ser buenas noticias para las petroleras, pues significan mayores ingresos, pero la situación no es del todo favorable para aquellas de los mercados emergentes.

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El fin de los estímulos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y la volatilidad del conflicto entre Rusia y Ucrania ha plegado a los inversionistas hacia instrumentos de deuda más seguros, de acuerdo con analistas, y se han alejado de aquellos con una calificación crediticia de alto riesgo o especulativa.

Precisamente los bonos de Pemex reflejan esta cautela que existe dentro del mercado de deuda con instrumentos de alto riesgo o high yield. El precio de los bonos de la petrolera mexicana, el cual tiene una relación inversa con el rendimiento, ha acumulado una caída de 4.1% en los primeros dos meses del año. El precio de estos bonos con vigencia a 10 años cayó hasta un nivel de 94.3 dólares, el más bajo desde que se emitieron. Al mismo tiempo, el crudo mexicano cerró en su nivel más alto en casi 8 años.

“La mayor parte de los movimientos de los precios es el resultado del alza de las tasas de los bonos de Estados Unidos”, dijo Fran Rodilosso, jefe del portafolio ETF de renta fija de la gestora de fondos VanEck.

En diciembre, la Fed dio señales al mercado de un cambio de política monetaria hacia una restrictiva para evitar el sobrecalentamiento de la economía ante presiones por niveles de inflación récord. El banco central estadounidense comenzó a acelerar el recorte de compras mensuales de deuda y anticipó el inicio de alza de tasas para 2022. Los inversionistas entendieron el mensaje. Al cierre del año pasado, la tasa que ofrecieron los bonos del Tesoro a 10 años fue de 1.5%. Para finales de febrero, ese yield ya era de 1.8%, su nivel más alto desde la pandemia

El resultado es que otros bonos (tanto los corporativos como gubernamentales) toman como referencia la tasa del Tesoro y aumentan el rendimiento, explicó Ramsé Gutiérrez, codirector de inversiones de la gestora de activos Franklin Templeton en México.

Claro que hay otro factor que añade volatilidad a los bonos de alto riesgo: el conflicto entre Rusia y Ucrania, el cual genera mayor incertidumbre en los mercados y evita que los bonos de Pemex y de otras petroleras con un mismo nivel de riesgo crediticio reflejen el alza de los precios del petróleo.

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“Creo que los recientes movimientos han tenido más que ver con un entorno desafiante para los mercados emergentes liderado por el endurecimiento de las condiciones financieras globales y, más recientemente, por las noticias sobre Rusia y Ucrania”, dijo Aaron Gifford, analista de los soberanos del mercado emergente, de la firma de gestión inversiones y una de los bonistas de la petrolera, T. Rowe Price.

Al final, pese al alza en los precios del petróleo, en el mercado de deuda Pemex sale castigado. “Pemex es líquido y fácil de vender, por lo que tiende a verse perjudicado durante los movimientos de riesgo”, añadió Gifford.

Los bonos de Pemex no han tenido un respiro. La atribulada compañía, con una deuda financiera de poco más de 100,000 millones de dólares, no ha logrado convencer a los inversionistas ni a las calificadoras de su sostenibilidad en el largo plazo, a pesar del plan de inversión y ayuda anunciado por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador el año pasado.

Al cierre de 2021, Pemex vio un aumento de 56.9% anual en sus ingresos como parte de la recuperación mundial en el precio del petróleo y sus derivados, pero este incremento no le bastó para terminar el año con ganancias. La pérdida neta de la estatal fue de 224,363 millones de pesos.

La compañía justificó que las pérdidas se debieron en mayor medida a la depreciación del peso frente al dólar.

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