La aprobación de los accionistas despeja el camino para que la empresa trabaje con los reguladores chinos, que exigen una revisión de sus sistemas de datos. Esto permitiría a la empresa comenzar a preparar la salida a bolsa en Hong Kong, el mejor resultado que los inversionistas han dicho que pueden esperar.
Los mayores accionistas de Didi, entre los que se encuentran SoftBank, Tencent Holdings y Uber Technologies, han visto caer las acciones de Didi cerca de un 90% desde su salida a Bolsa, cuando estaba valorada en alrededor de 80,000 millones de dólares. Tras la exclusión de la bolsa, es probable que las acciones de la compañía se coticen en el mercado extrabursátil llamado de “hojas rosa”, donde se encuentran las acciones de bajo costo y otras empresas más riesgosas.
Algunos inversionistas podrían verse obligados a vender porque sus mandatos no les permiten mantener acciones no cotizadas. Los fondos de cobertura ya redujeron sus participaciones en Didi en 29%, hasta 231.9 millones de dólares, durante el primer trimestre, según un análisis de Bloomberg de declaraciones. Incluso aquellos que están libres de tales mandatos, como SoftBank, pueden cuestionar si vale la pena conservar las acciones dada la incertidumbre sobre el castigo de Pekín, el aumento de la competencia de rivales más pequeños y el estancamiento del crecimiento en el extranjero.
Todavía no está claro qué castigo real le espera a Didi, que ha estado en conversaciones con la Administración del Ciberespacio de China sobre una multa y otras sanciones.
Los accionistas de Didi, entre los que también se encuentran empresas como Fidelity Investments y Blackrock, han evitado hasta ahora comentar sobre la exclusión de la bolsa.