La fortaleza del dólar parece no tener fin, a medida que el mercado apuesta a que la Reserva Federal de Estados Unidos aumentará las tasas de interés para combatir la inflación que en junio registró un alza de 9.1%, algo no visto desde hace 40 años.
Además, la agitación económica mundial ha puesto un cohete debajo del dólar, considerado como refugio seguro, empujando el índice del dólar -que sigue el desempeño de la moneda frente a seis divisas- hasta su mayor nivel en 20 años.
Tan solo en lo que va del año, el índice dólar ha subido más de 13%. Este jueves, el indicador se ubica en 109.29 dólares, un máximo desde septiembre de 2002. Su fortaleza ha debilitado a otras divisas, como el yen y el euro.
Este jueves, el yen se depreció cerca de 1% a 139 yenes por dólar, un nivel no visto desde 1998, ya que el banco central japonés mantiene una postura moderada que contrasta con los movimientos agresivos de los bancos centrales de todo el mundo.
Por su parte, el euro ha tenido una semana para el olvido, por primera vez en 20 años, la moneda única se encuentra debajo del dólar. En esta jornada, el euro llegó a caer a 0.99520 dólares, el nivel más bajo desde diciembre de 2002.
La divisa europea ha estado lastrada por las previsiones económicas oficiales rebajadas para la zona euro, la preocupación por la crisis energética, los conflictos políticos en Italia y la guerra en Ucrania.
El Gobierno de coalición del primer ministro italiano Mario Draghi corrió el riesgo de colapsar después de que el Movimiento 5 Estrellas, uno de sus miembros, no apoyó una moción de confianza parlamentaria que incluía medidas para compensar la crisis del costo de la vida.
La Comisión Europea también recortó el jueves sus previsiones de crecimiento económico en la zona del euro para este año y el próximo, además revisó al alza sus estimaciones de inflación, debido en gran medida al impacto de la guerra en Ucrania.
La Comisión prevé ahora un crecimiento del 2.6% este año, ligeramente inferior al 2.7% que había previsto en mayo. Pero el año que viene, en el que el impacto de la guerra de Ucrania y del aumento de los precios de la energía puede sentirse de forma aún más aguda, la Comisión prevé ahora un crecimiento del 1.4%, en lugar del 2.3% estimado anteriormente.
Las apuestas sobre un endurecimiento más rápido de la política por parte de la Fed ha estado marcado también el desempeño de las divisas, sobre todo después de los datos de inflación de Estados Unidos y el agresivo aumento de la tasa de 100 puntos básicos por parte del Banco de Canadá.
"En estos momentos, los mercados muestran una clara preferencia por el dólar, dado el contexto general de incertidumbre geopolítica, las presiones en Europa por la situación del suministro energético y las expectativas de alzas de tasas de interés en Estados Unidos", dijo Shaun Osborne, estratega jefe de divisas de Scotiabank.
Los operadores han aumentado las apuestas de que el banco central de Estados Unidos podría aumentar las tasas en 100 puntos básicos cuando se reúna el 26 y 27 de julio. Se considera casi seguro un aumento de al menos 75 puntos básicos.
Con información de Reuters.
