La liquidación de junio no fue el primer golpe a la deuda de la compañía petroquímica. A principios de 2021, los bonos de Braskem Idesa cayeron después de que perdió una batalla con el Gobierno mexicano y ya no pudo comprar etano barato de la estatal Petróleos Mexicanos. Pemex luego acordó reanudar los suministros, pero a un precio más alto.
“Ya se modificó el convenio con Pemex y el panorama es favorable”, escribió a mediados de junio Stefan Styk, analista de investigación de Bank of America, en una nota a los clientes publicada en junio donde recomendaba una posición sobreponderada en los bonos de la compañía. “El riesgo político es menor con la firma de un nuevo acuerdo de suministro de etano”.
La firma mexicana, que es una sociedad entre la brasileña Braskem y la mexicana Grupo Idesa, produce polietileno en una sola planta en el estado de Veracruz, México. La compañía planea invertir 150 millones de dólares para incrementar la producción en la planta Etileno XXI en un 20% para 2025. Los bonos al 2032 han subido 15 centavos a 85 centavos por dólar en las últimas tres semanas.
Braskem —la empresa matriz con sede en Sao Paulo y que tiene una capitalización de mercado de alrededor de 5,700 millones de dólares— informará ganancias el miércoles, los que deberían mostrar mayores ingresos en comparación con el trimestre anterior, según los estrategas de Morgan Stanley. Además, otras empresas petroquímicas de la región, como Alpek y Orbia Advance Corporation han publicado resultados mejores de lo esperado.