La familia Robinson Bours, propietaria del 73% de la empresa, había anunciado su intención de comprar la participación de los accionistas minoritarios en marzo por un 20% más que el precio vigente, uniéndose a una ola de empresas que han dejado de cotizar o buscan retirarse de la Bolsa Mexicana de Valores debido a un bajón prolongado. Las valoraciones débiles disuaden a las empresas de cotizar en bolsa y el lento crecimiento económico ha disminuido la necesidad de capital para expandirse.
Pero han pasado cinco meses y aún falta que el regulador de valores de México apruebe la oferta, lo que se considera un proceso de rutina según la ley mexicana. Esto llevó a Bachoco a tomar medidas.
Bachoco dijo que hizo pública la opinión de FTI ante la demora para poder iniciar la oferta. La carta de FTI a la junta no incluía datos que respaldaran su opinión.
El acuerdo generó cartas de protesta de un grupo de inversionistas que calificaron el precio como un posible abuso de los derechos de los accionistas minoritarios.
Mientras tanto, el abogado de Bachoco advirtió a los inversionistas minoritarios en una carta del 24 de agosto vista por Bloomberg News que podrían enfrentar demandas si sus quejas sobre la equidad de la oferta terminan obstruyendo la licitación.
“Los conminamos a ustedes a abstenerse de enviar a los medios, y por supuesto a esta emisora, comunicaciones cobardes y sin firma del autor”, decía la carta.
La carta, dirigida al Grupo Bursátil Mexicano, incluye un anexo con posibles responsabilidades legales para los diferentes inversionistas, que van desde demandas de otros accionistas en caso de que caiga el precio de las acciones de la empresa hasta un argumento de que las administradoras de fondos de pensiones mexicanos involucradas en las cartas podrían enfrentar prisión.
Tanto Bachoco como GBM, la corredora, declinaron comentar cuando se les preguntó sobre la carta.
La familia había planeado anteriormente lanzar su oferta el 22 de agosto, según documentos presentados a la bolsa de valores a principios del mes pasado. Ese plan se canceló a último minuto, pasando a la fecha 31 de agosto, que llegó y pasó. No se han publicado más presentaciones.
No está claro por qué el regulador de valores de México no aprobó la oferta. Ni el regulador ni la Secretaría de Hacienda respondieron a una solicitud de comentarios de Bloomberg.