Las previsiones sobre una recesión económica y los problemas del sector bancario en los meses previos han impulsado el valor en el mercado de los metales preciosos, principalmente porque son vistos como un activo de refugio en épocas de incertidumbre financiera.
En lo que va de 2023, el oro, que es el principal metal precioso utilizado como un activo de refugio, ha aumentado 9.8% a 2,005.95 dólares por onza, a solo 63 dólares de su máximo histórico alcanzado en agosto de 2020.
“Invertir en oro es benéfico, ya que sirve de apoyo en época de incertidumbre política o económica, ayuda en el largo y corto plazos, es una herramienta que protege contra la inflación y contra la devaluación, no es corrosivo, y es aceptado en cualquier parte del mundo”, señalaron los analistas de Monex.
Por su parte, la plata alcanzó un precio de 25.34 dólares la onza, con un alza de 5.4% en lo que va de 2023, lo que estaría cerca de su nivel máximo en casi un año, mientras que el platino presenta un incremento de 1.7% con un precio de 1,088.03 dólares por onza. Y por el contrario, el paladio presentó una caída de 10.5% en ese mismo periodo.
El reporte sobre materias primas de FocusEconomics detalló que los precios del oro y la plata tuvieron incrementos como resultado de una fuerte demanda de refugio seguro, debido a las tensiones derivadas de la quiebra de algunos bancos estadounidenses y las posibilidades de contagio a otras instituciones financieras.
“Las expectativas de una Fed más moderada impulsaron el repunte de los precios a medida que los inversionistas se alejaron de las letras del Tesoro. Al mismo tiempo, un dólar más débil hizo que el oro y la plata fuera más atractivo para los tenedores de otras monedas”, indicó el reporte.
El desempeño del oro y otros metales preciosos tendrán los ojos puestos en los resultados financieros del primer trimestre y en la decisión de política monetaria de la Fed del próximo mes, ya que estos pueden dar una mayor claridad sobre el rumbo económico para el resto del año y los inversionistas buscarían proteger sus rendimientos hacia activos menos riesgosos.
“Los compradores podrían emerger a medida que los inversionistas no estén seguros de qué esperar con la próxima ola de reportes y mientras continúe el debate sobre el camino de la Reserva Federal. Para que el apetito por el riesgo se mantenga, Wall Street necesita ver sólidas ganancias tecnológicas de mega capitalización y estar convencido de que la Reserva Federal no ajustará las tasas más allá de la reunión del 3 de mayo”, comentó Edward Moya, analista sénior de OANDA.
Moya comentó que los riesgos políticos, las bajas ganancias empresariales y la crisis de créditos deberían ayudar a enviar algunos flujos de refugio seguro hacia el oro, pero si el comercio del dólar real regresa con las expectativas de que la Fed podría necesitar aumentar algunas tasas más, podría limitar el crecimiento del metal precioso.
