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La BMV crece pese a la sequía del mercado

El Grupo ha encontrado en la diversificación la clave para lograr ingresos y utilidades récord.
jue 08 junio 2023 04:12 AM
José-Oriol Bosch, director general de la Bolsa Mexicana de Valores
Pese a las intenciones de desliste, José-Oriol Bosch, director general de Grupo BMV dice que la fortaleza está en la variedad de su oferta de instrumentos.

Hace 10 años, cuando se abordaba algún tema del mercado bursátil, se hablaba del Mexican Moment: la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registraba nuevas empresas como nunca antes. En 2013, en total se realizaron 13 ofertas accionarias por 107,619 millones de pesos, en las que destacaron los listados de Sanborns, IEnova, Hoteles City, Volaris y Lala; aunado a seis ofertas de Fibras por 52,356 mdp. De eso, hoy no queda nada.

El mercado está en sequía, sin una nueva empresa listada en el mercado de capitales (acciones) desde 2017, pese a que hace cinco años comenzó operaciones la nueva bolsa (BIVA) que prometía nuevos listados. Por el contrario, desde 2019, una decena de compañías han anunciado su intención de deslistarse o ya lo han hecho.

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El problema tiene factores a considerar, como la falta de inversionistas, pues en México los principales son las Afores, que administran activos por 5.5 billones de pesos a marzo de este año, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar). Del lado de los inversionistas minoristas, si bien el número se ha multiplicado 16 veces en tres años, sólo suman 4.9 millones al cierre de 2022, que, en conjunto, tienen activos por 859,000 mdp a través de las casas de bolsa, es decir, menos de una quinta parte de lo que tienen las Afores, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Por norma, el tener pocos inversionistas limita la demanda de acciones: cuando la demanda es reducida, el precio también lo es. En bolsa, esto se traduce en valuaciones bajas de las empresas que cotizan, un factor por el que las empresas deciden deslistarse.

“Hay una correlación entre evaluación y número de OPIs (ofertas públicas iniciales), y ahora estamos todavía lejos del pico, en términos de dólares, que llegaron las valuaciones hace 10 años, cuando era el Mexican Moment y que hubo muchas OPIs”, dice José-Oriol Bosch, director general de Grupo BMV.

Del lado de la oferta también hay un problema: las empresas no quieren listarse en bolsa, pues para acceder a ese financiamiento, que es más barato que en otros canales, las compañías deben ser más institucionales, tener gobierno corporativo y transparentar sus resultados financieros. “Eso, a veces, es un freno para que una empresa sea pública”, señala Bosch.

Ramsé Gutiérrez, VP y codirector de Inversiones de Franklin Templeton, comenta que las empresas tampoco quieren volverse públicas por un tema de seguridad. Y es que México es uno de los países más inseguros: el Índice Global de Paz (IGP), elaborado por el Institute for Economics and Peace (IEP), lo ubica en el lugar 137 de 163 en el ranking.

La falta de oferta y demanda da como resultado un mercado pequeño y concentrado. Actualmente, hay 138 empresas listadas, el 0.002% del total de compañías en el país (6.4 millones), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Y además, de las empresas listadas, cuatro (América Móvil, Banorte, Walmart y Grupo México) concentran más del 50% del importe operado en el mercado.

Las pocas opciones en el mercado local limitan la oferta que los especialistas, como los fondos, pueden ofrecer. “Nos faltan productos, hay inversionistas extranjeros y locales que están buscando productos que les puedan estar pagando un rendimiento mayor, pero no hay la capacidad de llevar estos vehículos de financiamiento a empresas medianas y chicas”, señala Gutiérrez.

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Y el círculo vicioso no se detiene, la baja oferta limita la demanda, la llegada de nuevos inversionistas que inyecten capital. Al menos en lo local, pues el mercado global va viento en popa y ya representa el 50% del total del valor negociado en el mercado de capitales (esto, gracias a al Sistema Internacional de Cotizaciones -SIC-, que permite a los inversionistas en México acceder a títulos listados en otros mercados); sin embargo, por regulación, las Afores tienen topes en cuanto a la inversión que destinan sus portafolios a los activos extranjeros, lo que limita también la oferta hacia sus clientes.

La casa nunca pierde

La situación del mercado de capitales no ha afectado las finanzas de Grupo BMV, que ha logrado registrar ingresos y utilidades récord, y que en los últimos 10 años se duplicaron.

“Yo te diría que una de las fortalezas que tiene el Grupo Bolsa Mexicana de Valores es, precisamente, la diversificación que tenemos”, dice Bosch. Y es que dentro del grupo se encuentran varias empresas que diversifican sus ingresos: emisoras, mercados y servicios de información (Bolsa Mexicana de Valores), operación de derivados (Mexder), el Depósito Central de Valores (Indeval), Contrapartes Centrales de Valores y Derivados (CCV y Asigna), el bróker de viva voz y electrónico con presencia en México, Perú y Chile (SIF ICAP), proveedor de precios y administrador de riesgos (Valmer).

Crecimiento de la BMV

El mercado de capitales, la compraventa de títulos, aunque pareciera que es el core del negocio, en realidad sólo representa el 8% del total de sus ingresos. “Y si a mí me preguntas cuánto va a representar en unos años, yo creo que todavía menos”, asegura Bosch.

Como el mundo va evolucionando, los fees transaccionales (lo que se cobra por operación), cada vez son menores debido a que los costos van bajando gracias a la tecnología y la automatización, por lo que las empresas en este sector le están apostando cada vez más a la información.

El negocio de venta de información de la BMV representaba el 11.5% hace 10 años, y hoy ya es el 17% de los ingresos totales del grupo. “¿Quién compra toda esa información que genera la BMV? Los traders de algoritmo, lo que llamamos los algotraders, que ya hacen todas las operaciones automatizadas. Con la información que les vendemos van armando sus estrategias”, explica Bosch.

Gracias a la diversificación del grupo, la pérdida de participación en las operaciones que han tenido luego de que entrara en vigor la regla de mejor ejecución no es algo que les quite el sueño. La mejor ejecución se creó para repartir las operaciones entre la BMV y BIVA. Desde entonces, la participación de mercado de la BMV en el volumen de operación pasó del 94 al 80%.

“La parte que nos quita BIVA de participación de mercado, si el mercado no crece, sólo nos pega en capital, porque lo que se va a BIVA no lo perdemos ni en la CCV, la cámara de compensación, ni en el Indeval”, señala Bosch.

Bosch cuenta que, de hecho, cuando BIVA anunció que comenzaría operaciones, Grupo BMV estaba feliz ante la promesa de que llegarían más empresas, lo que significaría un mercado más grande y mayores ingresos para el grupo, pero no pasó.

“Sí, la idea era crecer, no nos iba a pegar en capitales y nos iba a beneficiar en todo. Hubiera habido más empresas y mercados más grandes, y nuestro negocio crecía en capitales, crecía en la contraparte, crecía en el Indeval y crecía en la parte de venta de información. O sea, nosotros éramos los más felices y los más interesados de que BIVA cumpliera todo el tema de que iba a crecer y a desarrollar el mercado”, cuenta Bosch.

Pese a todo, la empresa no detiene sus esfuerzos para que más compañías se decidan a listarse, y para ello echan mano de la innovación. Desde 2009, Grupo BMV ha explorado la creación de diversos instrumentos, como los CKD, las Fibras inmobiliarias, los SERPIs, las Fibras E, los SPACs y los bonos temáticos. Estos últimos han cobrado especial relevancia en los últimos años.

Los bonos temáticos son todos aquellos que están enfocados al financiamiento ASG (ambiental, social y de gobierno corporativo). En mayo, la BMV anunció que desde que se crearon, en 2016, ya acumulan un monto emitido de más de 200,000 mdp.

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“Tenemos que ir adaptando los productos a las necesidades que hay en el momento. Afortunadamente, la necesidad ahora de los inversionistas no sólo es rendimiento, sino también el objetivo de que los fondos cumplan en toda la parte ambiental, social y de gobernanza”, comenta Bosch.

Además de la innovación en nuevos productos, Grupo BMV también cuenta con un papel activo en cuanto a promoción y educación en temas bursátiles. “En inversionistas en lo individual, que tengan una cuenta, creo que tenemos un potencial muy grande. Y yo creo que es un tema de educar sobre lo que estamos haciendo. Del lado del empresario, también es un tema de promoción, que el empresario conozca los requerimientos, pero también las ventajas, los beneficios, los costos, de financiarse en bolsa”, dice Bosch.

El viento a favor

Gracias al trabajo en conjunto de varios actores del mercado, en abril de este año se aprobó en el Senado una reforma a la Ley del Mercado de Valores, que ahora se encuentra en pausa hasta que en septiembre la Cámara de Diputados inicie sesiones y la revise.

“Es el mayor movimiento que hemos tenido en los últimos 15 años, que podría estar favoreciendo al desarrollo del mercado bursátil para las empresas medianas y pequeñas”, asegura Gutiérrez.

Entre los cambios más significativos se encuentran las emisiones simplificadas y la aprobación para que los hedge funds (fondos de cobertura) operen en el país.

En la Ley del Mercado de Valores se permitían ofertas privadas para inversionistas calificados e institucionales, pero estaban limitadas a que fueran de acciones. La reforma abre la posibilidad de que emisoras de deuda puedan utilizar este mecanismo que ya existía, explica Guillermo Zamarripa, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore).

En este mecanismo también tuvo un cambio, señala el titular, el expediente de las empresas que se quieran listar ya no irá a revisión de la CNBV, sino que sólo pasará por las casas de bolsa, que las van a listar, y la bolsa en la que se van a inscribir.

“Para que una empresa viniera al mercado de valores era muy complicado. Los tiempos eran larguísimos. Y cuando una empresa requiere financiamiento, quiere velocidad, que sea ágil y flexible; entonces, ahí se topa con los reguladores”, dice Bosch.

El principal objetivo es que más empresas, especialmente, medianas y pequeñas, se listen. “El sector mediano o chico no está representado en las bolsas de valores, la reforma les conviene a estas empresas que no se pueden echar toda la documentación y los procesos que hoy están establecidos. Esta ley les ayudará a llegar tanto a los mercados de capitales como de deuda de una manera más simplificada”, añade Gutiérrez.

Pero todo tiene un costo, en este caso, puede ser el riesgo. Las emisoras que lleguen deben cumplir con los requisitos suficientes para obtener financiamiento de inversionistas como las Afores. “Sí puede ser un proceso más eficiente, pero también hay que ver cómo va operando y que lleguen emisoras de calidad”, agrega Zamarripa.

Los especialistas señalan que aún hay mucho por resolver en cuanto a, por ejemplo, si habrá un piso para el monto a colocar, de tal manera que las operaciones sean atractivas para las Afores, o las reglas para la implementación de la reforma; sin embargo, todos coinciden en que este es un gran paso en la dirección correcta.

“Tampoco es una receta milagrosa y que al día siguiente vamos a tener miles de empresas. Tenemos que hacer todos nuestra parte del trabajo, que todos pongamos de nuestra parte, finalmente nos conviene. En el grupo en el que estuvimos mucho tiempo trabajando, estábamos todos superalineados, lo cual ya es una buena noticia”, asegura Bosch.

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