Las señales de fortaleza de la economía estadounidense han llevado a los participantes en el mercado a valorar la posibilidad de nuevas alzas de tasas este año para mantener la inflación bajo control.
En mayo, los mercados de futuros anticipaban recortes de tasas en la reunión de septiembre del banco central, y ahora prevén que los primeros recortes se produzcan en enero.
"La ausencia de una ronda significativa de compras en la caída es atribuible a la inestabilidad en las perspectivas de política monetaria; una vez que los inversores confíen en la visión de Powell de la (tasa) terminal, el sesgo bajista predominante será reemplazado por un tono más equilibrado", dijo Ian Lyngen, jefe de estrategia de tasas de Estados Unidos en BMO, en una nota el lunes.
Una inversión de la curva de rendimientos -en la que los bonos del Tesoro a más corto plazo se negocian con rendimientos más altos que los títulos a más largo plazo- ha sido una señal fiable de próximas recesiones.
La curva de rendimiento entre 2 y 10 años se ha invertido entre seis y 24 meses antes de cada recesión desde 1955, según un informe de 2018 de investigadores de la Fed de San Francisco, ofreciendo solo una señal falsa en ese tiempo.
El diferencial entre los bonos del Tesoro a 2 y 10 años se ha invertido desde el pasado mes de julio.
El rendimiento de los bonos del Tesoro a dos años, que normalmente se mueve al ritmo de las expectativas de tasas de interés, subía 3.6 puntos básicos a 4.913% en las operaciones matinales. El retorno de los papeles a 10 años ganaba 1.2 puntos básicos, a 3.831%.