Para algunos de los países más grandes de América Latina, la desaceleración de la inflación es el resultado de la decisión de elevar las tasas de manera rápida y agresiva. Brasil, que comenzó a ajustar su política monetaria un año antes que la Fed y ha subido su tasa al 13.75%, aumentó un enero de los precios al consumidor del 4.65% en marzo, el menor avance desde de 2021.
México, la segunda economía más grande de la región, aumento de la inflación del 6.85%, el más bajo desde octubre de 2021, aunque superior al ritmo del 5% en EU.
Una menor presión de los precios y el debilitamiento del dólar han impulsado los activos domésticos este año. Los bonos públicos de América Latina en moneda local han anotado un retorno del 12.5% en 2023, muy por encima del retorno promedio del 3.4% para deuda en moneda fuerte de la región, según datos recopilados por Bloomberg.
“En lo que va del año, le ha ido muy bien a los activos locales de mercados emergentes, gracias al fuerte tema de la desinflación”, dijo Ilke Pienaar, jefe de investigación soberana de mercados emergentes en Pinebridge Investments. “Todavía creemos que quedan oportunidades y pronosticamos retornos saludables para los mercados locales este año”.