La problemática del cambio climático cada vez toma una mayor relevancia para el entorno empresarial y financiero, es por ello que ahora se buscan esquemas para atraer recursos hacia proyectos que reduzcan las emisiones de carbono y mejoren el panorama que se visualiza para el mundo de las próximas generaciones. Sin embargo, uno de los grandes pendientes es la transparencia y la gobernanza para que los recursos sean realmente destinados a esos proyectos.
Según la Naciones Unidas se necesitan recursos financieros e inversiones sólidas para hacer frente al cambio climático, tanto para reducir las emisiones como para promover la adaptación a los efectos que ya se están produciendo y fomentar la resiliencia. Los beneficios que derivan de estas inversiones superan cualquier coste inicial de forma drástica.