Por otro lado, el tema de la relocalización o nearshoring ha impulsado en el país por un auge del gasto en maquinaria y equipo. Aunque los analistas de UBS aseguran que es muy pronto para saber si es un nuevo ciclo de inversión, pero ven que de seguir con esa tendencia, la acumulación creciente de capital se traduciría en un aumento de la productividad y un mayor crecimiento económico.
"Si México logra aprovechar las oportunidades de la relocalización, podríamos ver un fuerte repunte de las exportaciones manufactureras y la inversión extranjera directa, lo que, a su vez, reforzaría las cuentas externas e impulsaría aún más al peso mexicano", comentaron en el reporte.
Principales riesgos
Entre los principales riesgos que puede tener el tipo de cambio para una tendencia gradual de debilitamiento estaría ligado los lazos económicos de México con Estados Unidos, ya que de demostrar una desaceleración, la previsión del peso frente al dólar se ubicaría en 17.5 unidades para al final del cuarto trimestre del 2023 y de 18.2 unidades para el segundo trimestre del 2024.
"Entre los riesgos principales para nuestra opinión, se encuentran que la recesión estadounidense sea más grave de lo previsto, que se produzcan cambios considerables en la política económica de México y que se complique el entorno de cara a las elecciones presidenciales de 2024", concluyeron los analistas de UBS.