La guerra entre Israel y Hamás ha agudizado la atención sobre los crecientes riesgos geopolíticos para los mercados financieros, mientras los inversores esperan a ver si el conflicto atrae a otros países con el potencial de hacer subir aún más los precios del petróleo y asestar un nuevo golpe a la economía mundial.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió el domingo "demoler Hamás", mientras su ejército preparaba operaciones terrestres en Gaza para erradicar al grupo militante, cuyo mortífero asalto a las ciudades fronterizas israelíes conmocionó a la nación.
Los precios del crudo se dispararon casi 6% el viernes, al descontar los inversores la posibilidad de un conflicto más amplio en Oriente Medio. El primer indicador de la reacción a los acontecimientos del fin de semana se producirá probablemente cuando el petróleo comience a cotizar en Asia a última hora del domingo.