Las acciones se vieron sacudidas toda la semana por los aranceles, luego por un indulto a los productos europeos y una escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Esta última elevó a un máximo de 125% los aranceles a las importaciones estadounidenses y afirmó que una escalada más carecería de sentido económico.
La guerra comercial provocó fuertes oscilaciones intradía en los mercados y llevó las expectativas de inflación a corto plazo de los consumidores a su nivel más alto desde 1981.
Sin embargo, además de las palabras tranquilizadoras de Collins, el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, John Williams, afirmó que la economía estadounidense no está entrando en un periodo de alta inflación y bajo crecimiento, y que la Fed actuará para mantener a raya la llamada "estanflación".
Este viernes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, también declaró que Donald Trump estaba "optimista" y abierto a un acuerdo con China. Lo cual fue otro aliciente para la confianza de los mercados.
En este contexto, el S&P 500 cerró el viernes con una ganancia semanal de 5.7%, la mayor desde noviembre de 2023.
El Nasdaq, compuesto por las principales acciones tecnológicas, avanzó 7.29% semanal y el Dow Jones creció 4.95% después de tres semanas de volatilidad y caídas históricas.
Este respiro se da después de 10 de los peores días de negociación en los mercados bursátiles en muchos años. Todo derivado del 2 de abril, cuando Donald Trump golpeó al mundo con aranceles recíprocos base de 10% y provocó el peor pánico financiero desde la pandemia de 2020.
En la semana siguiente, la medida derivó en un conflicto económico abierto con China, que el viernes estaba en la práctica sometida a un embargo comercial estadounidense, con aranceles que aumentaron hasta el 145% .
Más de 5 billones de dólares en valor de mercado se han esfumado del índice MSCI de acciones mundiales, durante la montaña rusa desde el 2 de abril.
La volatilidad seguirá hasta que se aclaren los efectos secundarios
La situación dejó al descubierto cómo los inversores no estaban preparados para la agresividad de los aranceles de Trump, y como su imprevisibilidad y su reversión corren el riesgo de perjudicar el lugar de Estados Unidos en el centro del universo financiero.
"Hemos tenido una fractura de la confianza y no sabemos cuáles son los efectos de segundo orden de la caída del mercado", dijo Geoff Wilson, un veterano gestor de fondos en Australia.
"Podría haber algunos fondos de cobertura que se hayan hundido, podría haber otras consecuencias que solo se aclararán en las próximas semanas". Sus fondos fueron compradores en las turbulencias.
Con información de agencias